Pobres criaturas
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Nuestras películas favoritas de 2024

Una lista para ponerse al día con los grandes estrenos, de 'Dune Parte 2' a 'Pobres Criaturas', y las grandes sorpresas del año, como 'La zona de interés' o 'La sustancia'

Phil de SemlyenÀlex Montoya
Traducido por: Borja Duñó
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Durante la primera mitad de 2024, la discusión principal sobre las nuevas películas de Hollywood giraba en torno a por qué nadie las iba a ver. ¿Por qué el público no fue en masa a ver a Ryan Gosling conducir coches acrobáticos y coquetear con Emily Blunt? ¿Por qué fracasó 'Furiosa' cuando la última película de Mad Max tuvo tanto éxito? Fue especialmente desconcertante, dado que el año pasado, la taquilla mundial parecía finalmente recuperarse del estancamiento posterior a la pandemia.

La fortuna de los estudios está mejorando, sin embargo, gracias a algunas de las principales películas infantiles y del monstruoso éxito de 'Del revés 2' y 'Deadpool & Wolverine'. Entonces, ¿qué tal si dejamos de lamentarnos y empezamos a apreciar lo que ha sido un año bastante fantástico, tanto en lo que se refiere al mainstream como a las películas de autor? Además, ha sido un año particularmente bueno para el cine español, con filmes como 'Casa en flames' y 'El 47', que han pulverizado los récords de audiencia de los últimos años.

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La zona de interés

Un gran artista puede ofrecer una nueva perspectiva radical sobre un tema bien escogido. Así ocurre con la obra maestra del Holocausto de Jonathan Glazer, que toma la frase de Hannah Arendt "la banalidad del mal" y nos muestra cómo es realmente. La vida familiar del comandante del campo de Auschwitz Rudolf Höss (Christian Friedel) y su esposa (Sandra Hüller) es una visión de la domesticidad maldita. Los horrores se mantienen fuera de la vista, pero sobre todo no fuera del alcance. El paisaje sonoro del diseñador de sonido Johnnie Burn hace que los gritos de los guardias y los disparos de los rifles marcando escenas de jardinería y juegos de niños. El resultado es un filme imperdible para la década de 2020.

Civil war

Alex Garland es un visionario gestor de apocalipsis: lo demostró sobradamente como guionista de '28 días después' y de su secuela semanal (por cierto, filmada por el canario Juan Carlos Fresnadillo). Tras dirigir 'Ex Machina' y 'Men', ahora presenta otro escenario al límite: Estados Unidos viven inmersos en una cruenta guerra civil, con un presidente que ha cerrado el tenderete del FBI y que ha cometido el pecado de actuar militarmente contra civiles. Un puñado de periodistas, unos desencantados y con entusiasmo los más jóvenes, cruzan al país con Washington como final de trayecto, con la voluntad de conseguir una entrevista con el máximo mandatario antes de que las fuerzas rebeldes lleguen en la Casa Blanca.

Asusta ver la película por una verosimilitud que, en los polarizados tiempos que corren, la hace más cercana a la predicción que a la distopía. Con Kirsten Dunst como cabeza de cartel, la película cuenta con Wagner Moura (Pablo Escobar de 'Narcos') y Cailee Spaeny ('Priscilla'), en una road movie que sabe combinar magníficamente el impacto de la premisa, la violencia de escenas que hielan la sangre y un punto de vista narrativo que deja margen al público para llenar los vacíos que el guion no quiere explicar. Una de las películas del año.

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Segundo premio

Esta no es una película sobre Los Planetas, nos dicen. Sin embargo, un poco, sí. La cosa es que 'Segundo premio', título de la película y de una de las canciones más importantes de la banda, nos conduce a la Granada efervescente de los años 90, y en el momento en que el grupo trabaja en el disco 'Una semana en el motor de un autobús': creación y deserciones, adicciones y drogas, ambiciones y amistades traicionadas, autodestrucciones y heridas para cerrar, y música que pasó a la historia... Con la colaboración indispensable de su codirector Pol Rodríguez, la mirada del grandísimo Isaki Lacuesta es tan revolucionaria como lo fueron muchas de las canciones de Los Planetas. Sensorial, emocional, lírica, simbólica, a ratos lisérgica, respetuosa, pero nunca rendida a la leyenda, si esta no es una película sobre Los Planetas sí que lo es sobre el imaginario colectivo sobre la banda y sobre las luces y sombras de toda una generación.

La sustancia

Demi Moore vuelve al cine por la puerta grande con la que fue ganadora del premio a mejor guion en el pasado Festival de Cannes. A las órdenes de la cineasta francesa Colarie Fargeat, Moore pone toda la carne a la parrilla en esta fábula gore, a ratos repugnante, siempre divertida, que habla del pánico al paso del tiempo. Y más cuando la protagonista sufre insoportables presiones y malos tratos por el simple hecho de soplar velas. Como su personaje en la ficción, una famosísima actriz que ha terminado como conductora de un programa televisivo de fitness para señoras, también Demi Moore ha sufrido los efectos de hacerse mayor en una industria que penaliza a las mujeres que pasan de los 40.

Con toneladas de sangre y de humor negrísimo, 'La sustancia' propone una especie de variación femenina y feminista de 'El retrato de Dorian Gray', mostrando los peligros de buscar, como se dice en el filme, “la mejor versión de ti misma”. Margaret Qualley (la hija de Andie MacDowell, a la que hemos visto en 'Érase una vez... en Hollywood' o en 'Kinds of kindness') da una magnífica réplica a Moore en una película tan provocadora como eficaz en su potente mensaje.

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Emilia Pérez

Podría caer en el más espantoso de los ridículos, pero no. Pisa con firmeza la cuerda floja por la que transita desde el minuto uno para hipnotizar al espectador con una mezcla aparentemente imposible: con su nueva película, Jacques Audiard (director de títulos como 'Un profeta' y 'París, distrito 13') propone lo que definen como un 'narcomusical queer' que navega constantemente entre la genialidad y el disparate, mientras sale airosa de cada uno de los retos que encara.

La película sigue la peripecia de un poderoso y temido jefe de un cártel de la droga mexicano que decide dar el paso que sueña desde pequeño: Manitas del Monte se ha sentido siempre mujer, y secuestra a una abogada para que le organice un cambio de sexo con la máxima discreción. Entre el corrido, la ópera y el folletín, Audiard llena de canciones y música esta trama, y ​​nos convence de una tesis que podría ser discutible: la transición es también la del asesino sanguinario redimido y convertido en una mujer que trabaja para la comunidad. Qué descubrimiento el de la madrileña Karla Sofía Gascón, interpretando el doble papel de narcotraficante y de benefactora de las familias que ella misma había destrozado en su vida anterior. Suena con fuerza su nominación al Oscar, que podría significar la primera de una actriz trans.

Le acompañan en el reparto Selena Gomez, Zoe Saldaña y Adriana Paz (ganadoras ex aequo del premio de interpretación en el Festival de Cannes), y juntas contribuyen a convertir 'Emilia Pérez' en una de las incontestables películas del año.

Los que se quedan

Han pasado dos décadas desde esa cata de vinos cinematográfica titulada 'Entre copas', y el cineasta Alexander Payne vuelve a poner un relato intimista, tierno, conmovedor, en manos de Paul Giamatti (visto últimamente en '30 monedas' de Álex de la Iglesia). El actor se pone en la piel de un cascarrabias y antisocial profesor de historia al que obligan a quedarse, durante las vacaciones de Navidad, como responsable de un puñado de alumnos que no tienen dónde pasarla. Situada en los años 70 y con un estilo y un tono que recuerda los filmes de la época, 'Los que se quedan' recibió cinco nominaciones a los Oscar (y el premio a mejor actriz secundaria para Da'Vine Joy Randolph).

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Dune: Parte 2

En la monumental adaptación que el canadiense Denis Villeneuve ha asumido de la obra de Frank Herbert, la épica, la poética y la lectura política se dan la mano. Después de una primera entrega que ponía las bases y construía los universos descritos en los libros, en esta segunda parte Villeneuve pone toda la carne en la parrilla. Entre golpes de Estado, ataques con nocturnidad y alevosía, exilios obligados y gigantescos gusanos que viven bajo la arena del desértico paisaje de Arrakis, el protagonista sigue dudando de si es o no un Mesías que puede salvar planetas y civilizaciones.

Con un sentido del espectáculo que nunca se mueve por parámetros esperados, la segunda entrega de 'Dune' mantiene en el reparto a Timothée Chalamet, Javier Bardem, Rebecca Ferguson y Zendaya. Y suma para la causa a Florence Pugh, Christopher Walken, Léa Seydoux y Austin (Elvis) Butler.

Ciencia-ficción que huye del mainstream sin dejar de abrazarlo, que deja boquiabierto (también hay quien abre la boca para bostezar, no nos engañemos), y que apunta a, si la cosa funciona, una tercera parte que continúe lo que la segunda deja abierto.

Longlegs

Convertido casi en un meme por culpa de una carrera que parece diseñada por su peor enemigo, Nicolas Cage ha ido construyéndose una filmografía que no tiene ninguna explicación. Pero entre tantas películas desastrosas que han hecho olvidar el talento de quien un día ganó el Oscar por 'Leaving Las Vegas' (1995), ha estrenado dos buenas seguidas. De hecho, dos muy buenas. La primera, 'Dream scenario', llegó hace unos meses. Y ahora lo hace esa 'Longlegs', en la que da vida a un asesino en serie, controlando sus habituales excesos pese a un maquillaje extremo que en otro contexto invitaría a pasarse de vueltas.

La película, inesperado éxito de público en Estados Unidos, bebe del cine de David Fincher y, sobre todo, de 'El silencio de los corderos', proponiendo una trama asfixiante basada en la singular relación entre el criminal y una agente del FBI (Maika Monroe) con intuición sobrenatural. Atmosférica y sorprendente, 'Longlegs' debería devolver el bueno de Nicolas al camino que nunca debería haber abandonado.

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Anora

Uniendo 'Pretty woman' con una 'screwball comedy' que mantiene una energía caótica, Sean Baker hace un saludo glorioso a las trabajadoras del sexo que no aguantarían las tonterías de este disparate ganador de la Palma de Oro. La magnífica Mikey Madison es Ani, la bailarina del club de striptease del título (pero no utilicéis su nombre completo), que embauca el hijo del oligarca Ivan (Mark Eidelstein), joven, tonto y forrado de pasta solo para que él la corteje con su dinero. Entra como un romance arremolinado que se descontrola con un estilo maniáticamente alegre.

Polvo serán

“Debemos jugárnosla. No estoy necesariamente a favor de la provocación, pero sí trato de generar preguntas y confiar en que los espectadores me sigan”, afirmaba Carlos Marqués-Marcet (director de '10.000 km' o de 'Los días que vendrán') en la presentación de su último largometraje en la Seminci. Y lo decía porque 'Polvo serán' se nos presenta como un musical sobre la eutanasia, mezclando un arco dramático intenso y conmovedor, pero también luminoso, con coreografías de danza contemporánea a cargo de la compañía La Veronal.

La película sigue la decisión firme de una mujer (Ángela Molina) con un cáncer terminal: avanzará su fin viajando a una clínica de la muerte en Suiza. El dilema moral que plantea la eutanasia se multiplica en el filme cuando su marido (Alfredo Castro) quiere seguir el mismo camino.

Los vínculos que son más fuertes que la vida, las consecuencias de decisiones tan duras en el ámbito familiar (cuidado con el debut ante las cámaras de Mònica Almirall, la hija convertida en tercer vértice del triángulo emocional), y la dignidad, siempre la dignidad, en la vida y en la muerte, son algunos de los temas que toca un filme insólito e hipnótico, premiado en los Festivales de Toronto y de Valladolid. Marqués-Marcet viste todos estos dilemas con zapatillas de ballet para expresar todo lo imposible de decir con palabras, y apuesta por hacerlo con imágenes, movimientos rítmicos y música (de Maria Arnal).

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