Un tabanco andaluz en pleno barrio de las Letras en el que sentirás la identidad andaluza desde el momento en que cruces la puerta. Paredes pintadas en verde y blanco (en un buen guiño a la bandera autonómica de Andalucía), y suelo y muebles de madera, con zona de mesas altas en la sala que ocupa el primer espacio tras cruzar su puerta y mesas bajas después, en la continuación del local que se alarga hacia el fondo y que termina en un pasillo estrecho que corre paralelo a la cocina.
Con un patio interior lleno de plantas, esta segunda zona también tiene luz natural. Además, una barra metálica con taburetes en la que, más que para picar, se puede estar cómodo para beber algo. Sin duda, mejor elegir un espacio de mesa si se va a consultar la carta de comidas. Cada mesa está embellecida con su clavel y hay decoraciones que animan el espacio, dotándolo con una sensación de celebración, de feria, que se refuerza con la lista de música, cien por cien alineada con la identidad y el concepto del local.
A la carta, opciones de picoteo más o menos livianas, muchas de las cuales se pueden pedir por medias raciones. En La Santa el estilo andaluz tradicional queda representado en parte de los bocados de su carta, con recetas como el salmorejo cordobés, los chicharrones de Cádiz aliñados o los molletes, que se entremezclan con otras referencias de gastronomías regionales distintas, como en el caso de la marinera murciana o a las gildas, típicamente norteñas.
Embutidos y salazones bien elegidos ocupan una sección inicial, seguida de vinagres, encurtidos y bocados crudos. Interesante y de calidad el apartado de dedicado a la verdura, amplio y bien jugado: aquí las referencias en conserva se presentan levemente "tuneadas", en platos muy acertados como los puerros confitados con vinagreta de tomate e ibérico o la alcachofa con yema, papada y aliño de mostaza. Entrepanes variados, con el bikini andaluz como elemento original y molletes clásicos, y una sección con platos perfectos para tomar como principales o a compartir. Entre estos últimos, destaca el roast beef. Sección de postres corta y concisa, sin destacar ninguna receta específicamente andaluza.
Servicio amable, acorde con el ambiente del tabanco y con buenos tiempos de espera entre platos y una disposición total para aconsejar qué vino elegir. Entre sus referencias, predominan etiquetas de la tierra que inspira este concepto y que se elaboran en diferentes puntos de su geografía. Esta característica convierte este tabanco en la parada perfecta en el barrio de las Letras para quienes quieren disfrutar de una amplia propuesta de vinos por copas. En La Santa encontrarán opciones de espumosos, fortificados, blancos, tintos y rosados para tomar de esta manera. Menos numerosa es su oferta por botellas, animando al cliente a "copear" probando aquí y allá en el variado recopilatorio que es su carta.