Nos adentramos en uno de los iconos históricos del gran lujo hotelero madrileño para dirigirnos directos a Pictura, su coctelería. Renombrado como Mandarin Oriental Ritz Madrid, el hotel reabrió sus puertas en 2021 tras ser remodelado. Disfrutar de un cóctel puede ser el motivo perfecto para hacer una visita a esta meca de la sofisticación y la elegancia que cuenta con varios espacios dedicados a la gastronomía dirigidos por el chef Quique Dacosta, a la cabeza de su propuesta gastronómica.
Traspasar el acceso a Pictura, situado en el propio lobby del hotel, supone adentrarse en un espacio en el que el interiorismo y la decoración se alinean para crear un ambiente museístico, elegante a la par que acogedor. El establecimiento, con la barra a la izquierda y las mesas y sofás a la derecha, se extiende a lo largo hasta la puerta de acceso a la terraza (donde también puedes disfrutar de sus tragos y que es puro disfrute) y, en el camino hacia esta, enormes ventanales con cortinas de varios metros de alto inundan de luz natural el espacio durante el día. En la pared tras la barra cuelgan retratos actuales pintados por autores nacionales de gran tamaño, formando un mural en un guiño al tan próximo museo del Prado, vecino puerta con puerta del hotel, que tiene también muy próximo el muy visitado Thyssen–Bornemisza.
La propuesta de coctelería se concreta en una carta extensa en la que encontrar cócteles clásicos y, también, tragos evolucionados, que toman estructuras conocidas como punto de partida para "retocarse", actualizando su elaboración (lo que incluye un apartado de coctelería sin alcohol). Pero no solo de Martinis -los suyos entre los mejores de la ciudad- vive Pictura. En todas sus categorías de bebida la selección es un espectáculo en el que encontrar desde opciones por copa hasta referencias únicas para degustar a placer.
No sobra subrayar que la calidad del servicio es pareja al nivel del propio hotel: acompasado, ordenado, atento al detalle, con maneras y proceder clásico, el equipo a cargo de barra, sala y terraza en Pictura completa el nivel de cinco estrellas gran lujo que se traslada al servicio de cada cóctel.
Y, además de beber, o alternando en paralelo a la bebida, en este espacio dentro del Mandarin Oriental Ritz se puede picar, con platillos o raciones al centro, o comer, si eliges uno de sus platos más contundentes. El despliegue está a la altura del espacio y de la oferta líquida a la que acompaña: jamón de bellota 100% ibérico, salmón ahumado sobre blini, ostras, quesos, una categoría dedicada al caviar y una serie de platos principales como chuletitas de cordero o pollo kimchi.