Existe un lugar conocido con el nombre de Macera TallerBar, en el que elaboran sus propios alcoholes. Lo regenta Narciso Bermejo, codiciado barman asturiano donde los haya y un gran conocedor de los ingredientes imprescindibles para elaborar deliciosos cócteles a partir de más de 20 destilados artesanales. Aquí, y aunque parezca mentira, no hay marcas*, pero sí refrescos artesanos deliciosos, que podemos disfrutar solos o acompañados de ginebras, rones, vodkas y whiskies al granel preparados con todo tipo de ingredientes: canela, cítricos, especias, regaliz, frutas frescas de temporada y proximidad e incluso aceitunas. El proceso de maceración dura aproximadamente una semana, y se lleva a cabo en el propio local. Cuando la elaboración finaliza, las mezclas resultantes se colocan en la despensa que se encuentra en el salón del fondo, a la vista de los clientes. Un montón de botellones con etiquetas escritas a mano, que recuerdan más a una botica vieja.
Por si esto fuera poco, a pesar de la calidad de sus bebidas, se desmarcan de conceptos lujosos y ostentosos, con precios más que razonables (7 € la copa) y competitivos. Nada de vender copas como si se tratase de oro líquido, aquí apuestan por el buen hacer y por conseguir que todo el mundo pueda tomarse una copa Premium sin que tenga que sangrarle el bolsillo. El interiorismo de este taller-bar-coctelería-cafetería destaca por su estética industrial y sobria, pero con ese rollo hipster tan atractivo. Una comunión perfecta entre tradición y modernidad, que queda reflejada en el mobiliario, los uniformes de los camareros y sobre todo en los tragos que ofrecen y en la forma de servirlos. Un mix de sensaciones en las la innovación está muy presente.
Con el fin de transmitir el ‘know-how’ que hay detrás de estos brebajes apoteósicos y para que luego podamos practicar la técnica en casa, Macera también organiza talleres para 10-12 personas como ‘La fiesta en casa’, y ofrece la posibilidad de pedir una botella por encargo de las que figuran en la carta como el gin ‘Canela buena’; el ‘Regaliz, no te digo más’; el ‘Pepino país’, el ‘Sierra te necesito’ o una personalizada.
Como no podría ser de otra manera, aquí se puede acompañar sus ‘slow drinks’ con picoteo saludable como su Cheese grilled sandwhich gourmetcon queso azul y macerado en Pedro Ximénez y con repostería casera firmada por el confitero Abelardo Bermejo, hermano de Narciso. Imprescindible la Runners cake, elaborada con la pulpa de los cítricos empleados en la elaboración de sus zumos artesanos. El lugar al que peregrinar si se quiere disfrutar de una buena copa, sabiendo de antemano que aquí no hay rastro de garrafón.
* Solo en el caso de la tónica o la cola compran marcas, ya que los procesos de fabricación son muy complejos.
Fotos: Render Emotion