El mejor ambiente
Hay locales que, ya desde el exterior, auguran diversión. La Virgen 154, que antiguamente era un garaje abandonado, es hoy un espacio diáfano de 350 metros cuadrados primorosamente decorado, cuyas mesas corridas invitan a juntarte con los tuyos... o con los de al lado. Porque nada une más que una buena cerveza. Todo, coronado por una imponente barra de 10 metros. Y para poner el broche, una programación cultural y de ocio para todos los gustos. "Está feo que lo diga yo, pero no esperábamos que molase tanto", ha explicado Jaime Riesgo, cervecero de La Virgen. Así es.