Es tal la fama que ha ido adquiriendo con los años, que las propietarias de La Taberna Errante han decidido abrir un espacio que honra las bondades de su magnífica ensaladilla rusa. "Era una idea que teníamos en mente hace años pero no terminábamos de lanzarnos. Sabemos que tenemos un buen producto, de calidad y que gusta, así que ¿por qué no?", nos contaba Elena. El local está a medio camino entre la taberna y el take away. Puedes ir para tomarte un vermut con una marinera o llevarte unos espléndidos callos para calentarlos y mojar pan en casa hasta el infinito y más allá.
"Somos residentes en el Rastro, es nuestro barrio y nos encanta. Teníamos claro que si lo hacíamos nos gustaría que fuese aquí. Están los Caracoles de Amadeo, las sardinas del Santurce y ahora la Ensaladilla de La Taberna Errante". Ella, junto con Jopi y Lola, ha vuelto a hacernos felices aunque solo sea por un día. Y decimos por un día porque, de momento, solo abren los domingos (de 11.00 a 17.00 horas) del Rastro, aunque, quizás, por petición popular, decidan ampliar el horario algún día.
A la legendaria receta original de su ensaladilla rusa, que elaboran unas horas antes de levantar la persiana, han sumado otra con encurtidos y quieren sacar otra versión con gambas. Llegue o no, sentados en su banqueta exterior o apoyados dentro, podéis entregaros a sus molletes, los excepcionales boquerones en vinagre de la Sofi o unas gildas. El aperitivo más canónico y apetecible en su mejor expresión. Y avisan: "En la Taberna siempre cocinamos según los productos de temporada, y en La Ensaladilla pretendemos hacer lo mismo. Los básicos permanecerán, pero siempre habrá novedades acorde a la temporada".