Mitad cápsula del tiempo, mitad flujo incesante. Mitad taberna (a pie de calle), mitad restaurante (cuevas del siglo XIX). Todo en un establecimiento centenario que reverdece sus laureles. Después de casi tres años de sensata y deslumbrante reforma y bajo la máxima lampedusiana, la vetusta ferretería sigue siendo ese lugar donde los detalles y las personas importan, donde hay una llave en cada rincón y la madera lo cubre todo –incluidos el roble y la encina que crepitan en su Leña bar–. Ahora, en esta privilegiada confluencia entre dos efervescentes barrios, se honran y subliman los clásicos populares (salazones, croquetas, ensaladilla rusa, morcilla de León...) y el jamón es piedra fundacional. Se sirve al estilo EGO, iniciales de un iconoclasta Emilio García Ortigosa, catedrático en el arte del cuchillo y socio de este proyecto junto a la coleccionista Toñi Escapa. Él es al ibérico de bellota lo que La leyenda del tiempo al flamenco. Respeta la tradición y su trabajo se fundamenta en la versión más pulcra de cada producto pero, a partir de ahí, busca dinamitar muros. El plato exhibe cortes de varios músculos y mezcla estas lonchas con jengibre, wasabi y sésamo tostado en una secuencia inédita. Ella ha hecho del espacio un singular museo. Lo que era ya patrimonio cultural de la ciudad se redobla. No se come todos los días en compañía de una pieza de Cristina Iglesias.
Time Out dice
Detalles
- Dirección
- Atocha, 57
- Madrid
- 28012
- Transporte
- Antón Martín (M: L1)
- Horas de apertura
- Cada día de 12.30 a 24 h.
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