Reseña

DisTinto Taberna

4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs | Taberna
  • precio 2 de 4
  • Barrio de las Letras
  • Crítica de Time Out
Gorka Elorrieta
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Time Out dice

El nombre es un juego con varias ramificaciones. La más evidente nos lleva a su columna vertebral, el vino. Pero hay también un mensaje cifrado para quienes conozcan la ubicación de este generoso wine-bar de cocina ininterrumpida y trato amable. A su alrededor, en esa misma calle a tres pasos del Triángulo del Arte, reina la cerveza. En un barrio de cañas (bien tiradas), ellos apuestan por las copas. Arranca aquí el primer nivel de inmersión. Basta descender tres escaleras para descubrir una barra con incontables denominaciones de origen. El siguiente estadio, ese significado esencial tras el nombre, lo desvela Iván de la Torre, uno de los cuatro socios, sumiller con un paladar privilegiado y una historia por contar detrás de cada etiqueta. “Pretendemos que se beba distinto. En la pizarra no verás ninguna de las tres grandes ‘erres’. Ni Rioja ni Ribera ni Rueda. Obviamente tenemos, los clásicos están, pero nuestro discurso es otro. Queremos que la gente venga a experimentar, a dejarse llevar por nuestras propuestas. Mira, acabo de traer una caíño blanca que envejece con velo de flor, algo muy especial. Pero si no te gusta, te pongo otra cosa. Siempre damos a probar primero”.
La mayoría de los clientes, un cuadro con turistas extranjeros, vecinos, voces de la radio, banqueros y políticos, les dan carta blanca. Trabajan alrededor de 350 referencias y cada semana entran 40 y salen otras tantas. El que sea fanático del marco de Jerez y de la región de Champagne encontrará aquí un amigo, un refugio seguro y vastísimo. Pero no busquéis la carta. No hay. “Nos gusta interactuar. Siguiendo el gusto del cliente, ofrecemos algo que igual le encaja y quizás no ha probado”. Si el vino son los cimientos, el local se eleva sobre su propuesta gastronómica. Suculentas raciones para compartir, guiso del día y dos o tres platos fuera de carta (atentos a su casquería). Juan Gabaldón borda lo popular dándole un acento propio (son famosas sus tortillas, el tartar de atún y el papito de mar, guiño al mote de otro de los socios) y no escatima con la calidad de la materia prima, venga de proveedores selectos o de una visita al mercado de Ibiza. Felices armonías.

Detalles

Dirección
Duque de Medinaceli, 12
Madrid
28014
Transporte
Antón Martín (M: L1)
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