Este pequeño bar de estética setentera es ideal tanto para un café a media tarde como para una copa después de cenar. Es coqueto y muy acogedor. Además, sus dueños se apuntan a todo, tanto a mercadillos algún fin de semana como a los partidos de la jornada que los clientes pueden ver acompañados de un gin tonic.
Si te apetece salir por el centro cualquier día y no encuentras acompañantes, no te preocupes, a este local se puede venir con perro.