Tienen todo lo que pides a una cervecería de Madrid, a una barra de mármol de las de toda la vida. Bravas, calamares, vermut, gildas, torreznos, cañas bien tiradas... Y lo tienen casi a todas horas porque aquí, en el local donde se gestó la generación del 27 y con vistas a la plaza de Cibeles, también puedes venir a desayunar con garantías el clásico zumo de naranja, café y pincho de tortilla o churros pero también puedes acercarte a media tarde y sentarte en su terraza con un vino y una ensaladilla.
Vamos, la carta que ha confeccionado el Grupo Barbillón en este muy privilegiado spot cubre el tapeo tradicional más reconocido y reconocible por madrileños y turistas (que son muchos los que recorren la zona). De las croquetas al pulpo a la gallega, del laterío bien a los embutidos (en ración o en tosta). Y, por supuesto, no falta a la cita su propia versión de la tarta de queso.
Vuelven al centro de la capital, al Paisaje la Luz, los suelos con servilletas heridas, los camareros uniformados golpeando el vaso de cerveza, el plato del día, el bullicio prepandemia... pero con el trabajo detrás de la interiorista Alejandra Pombo para hacer de lo de siempre algo del siglo XXI.