La historia de Rosario de Velasco podría ser la historia de cualquier artista de aquella época. Nació en Madrid en 1904, comenzó a estudiar pintura con 15 años y poco después empezó a presentarse a concursos nacionales e internacionales en los que consiguió varios galardones: la pintura de Rosario destacaba y llamaba la atención; lo tenía todo para convertirse en una aclamada artista, sin embargo, ha sido necesaria esta exposición para recordarla y concederle el merecido lugar que ocupa en la Historia del Arte de nuestro país.
Mediante una convocatoria en redes sociales, se consiguieron localizar varias piezas de la autora
Aunque Rosario vendió, y mucho, no se realizó en su momento un registro de ventas, por lo que encontrar obras de la artista se convirtió en toda una aventura. Mediante una convocatoria en redes sociales, en la que se mostraba la original firma de la artista, se consiguieron localizar varias piezas de la autora en colecciones privadas que, junto a las pertenecientes a museos y colecciones públicas, forman la selección que podemos ver en el Museo Thyssen.
La muestra se centra en la producción de la artista realizada entre los años 20 y 40, sus primeras etapas y más reconocidas, junto a una interesante selección de su trabajo como ilustradora. Un reducido pero significativo conjunto de obras que nos abre las puertas del universo de la artista con obras como 'Adán y Eva', 'Costurera dormida' o 'Lavanderas'. Una mirada amable a la vida cotidiana, en la que a menudo las mujeres -amigas, familia y la propia artista- protagonizan las composiciones y en la que los bodegones como obras en sí mismas, o como parte de una escena mayor, destacan por su frescura y calidad.
De Velasco sorprende con una versatilidad y modernidad que trascienden en el tiempo
Si los óleos son un pequeño soplo de aire fresco, las ilustraciones de Rosario de Velasco son todo un oasis. La artista ilustró 'Cuentos para soñar' de María Teresa León y 'Cuentos a mis nietos' de Carmen Karr, entre otros. En su faceta como ilustradora, De Velasco sorprende con una versatilidad y modernidad que trascienden en el tiempo.