"Descubrir o manifestar lo ignorado" es la primera acepción de "revelar" en el diccionario de la lengua española, y es lo que Marina Vargas lleva a cabo en esta exposición del ciclo Kora del Museo Thyssen. La artista parte de la figura de María Magdalena para revelar al mundo otras figuras femeninas que han sido ninguneadas a lo largo de la historia, a la vez que descubre su propia biografía.
La muestra presenta diversas capas de lectura de diferente intensidad y se divide en cuatro salas. Las tres primeras están marcadas cada una por una carta del tarot asignada en una tirada previa. En el primer espacio, titulado 'Palabra' y presidido por una obra que representa la carta del emperador, encontramos una serie de esculturas en las que aparecen manos signando frases de mujeres como Juana de Arco o Kate Millet, pasajes de evangelios o lemas feministas.
La segunda sala, regida por la carta del mundo, se titula 'Visión' y podemos disfrutar de varias piezas exquisitas, realizadas en cerámica esmaltada, cuyo deleite estético contrasta con la dura experiencia que recogen: el cáncer que sufrió la artista.
El tercer espacio, 'Cuerpo', bajo la carta de la fuerza, destaca por la instalación escultórica de las piezas de la serie 'La Piedad invertida o la Madre Muerta', donde Vargas juega con la iconografía de la Piedad, invirtiendo los papeles de la madre y el hijo.
Por último, la sala titulada 'Egipcíaca' está marcada por la impactante fotografía 'Noli me tangere. La incredulidad', que muestra la cicatriz de la mastectomía de Vargas, enfrentada a una serie de dibujos de gran formato de cartas del tarot, dispuestos en torno a la maravillosa talla de Santa María Egipcíaca, realizada por Luis Salvador Carmona en el siglo XVIII.
La calidad de las obras, con una ejecución cuidada y precisa, junto a los diversos niveles de profundidad conceptual que ofrece cada sala, hacen que la propuesta sea atractiva a la vez que nos adentra y atrapa en el universo creativo de Marina Vargas.