La idea del 'déjà vécu' o lo 'ya vivido' es el eje vertebrador de esta exposición individual de la artista Asunción Molinos Gordo, que ocupa la segunda planta del CA2M (Centro de Arte Dos de Mayo). La muestra es el resultado de un proyecto de investigación desarrollado entre la artista y la comisaria, Andrea Pacheco González, en el que durante años han explorado las conexiones del pasado con el presente, la flexibilidad de la historia o la superposición de hechos a lo largo del tiempo.
Nos recibe una estructura de madera y espejos coronada por un bello yamur
La propuesta se compone de ocho instalaciones, la mayoría realizadas para esta exposición. Nos recibe una estructura de madera y espejos coronada por un bello yamur, un elemento propio de la arquitectura musulmana que ha llegado hasta nuestros días, a menudo reaprovechado. En la siguiente sala, la muralla musulmana de Madrid protagoniza dos interesantes instalaciones en las que se reflexiona sobre el origen árabe del monumento y su poder como puente entre dos tiempos.
En la imponente escultura 'Omar e Ismael, Ismael y Omar', Molinos Gordo alude a la diversidad de pensamientos que albergó en otros tiempos la península ibérica, en muchas ocasiones en entornos rurales, hoy tan denostados.
Las diferentes piezas que componen la exposición son potentes instalaciones en sí mismas
En el último espacio de la exposición la artista nos sumerge en 'Mil leches', un mundo hecho de lana. Una instalación a base de fieltro realizado con lanas de todas las razas ovinas del país, donde se proyectan vídeos del proceso de elaboración del tejido. En el caso de las ovejas, el mestizaje enriquece la genética de estos animales. La lana fue durante el siglo XVII conocida como el 'oro blanco español', sin embargo, en la actualidad se considera un desecho agrícola. Las diferentes piezas que componen 'Déja Vécu. Lo ya vivido' son potentes instalaciones en sí mismas, con mensajes consistentes y exquisita ejecución, tanto que la muestra puede resultar abrumadora, sin embargo, al fin y al cabo, la historia y la humanidad también lo son.