El Museo del Prado acoge una exposición que ahonda en la incansable búsqueda de realismo en el arte español del Renacimiento y el Barroco, en todo aquello que afectaba a la envoltura de la figura.
La muestra expone la integración natural de la pintura en la escultura y su triunfo en el mundo hispánico. Todo ello siempre desde la tradición greco-latina, y destacando el valor de lo tridimensional a modo de instrumento de persuasión.