Guernica. Pablo Picasso, 1937. (Sala 205.10).
En 1937 Pablo Picasso recibió el encargo de pintar una obra para el pabellón de España de la Exposición Universal de París de ese mismo año. La Guerra Civil había estallado hacía unos meses y, aunque Picasso vivía en Francia, no era ajeno a la tragedia que se vivía en su país. Conmovido por las imágenes que se difundieron del bombardeo de la ciudad de Guernica, en el País Vasco, el artista decidió titular la obra así, aunque no existe relación entre las escenas del cuadro y el suceso. Una vez finalizada la Guerra Civil, Picasso decidió que el cuadro se custodiase en el MoMA de Nueva York, expresando su voluntad de que solo volviese a España cuando hubiera una democracia. Así en 1981, la obra llegó a Madrid. La cantidad de elementos que aparecen en la obra han dado pie a infinidad de interpretaciones, pero lo que queda claro es que Picasso pintó el horror de una guerra para que no sucediera nunca más.