El Museo de Cardedeu
Para empezar a impregnarnos de Modernismo y para cargar pilas, podemos ir a desayunar al Melindro, una granja situada en los bajos de un inmueble modernista de la plaza de la Iglesia y donde podréis saborear un excelente chocolate a la taza con bizcochos. Si no sois chocolateros, evidentemente podéis pedir muchas otras comidas. En verano la horchata es la reina del lugar.
A continuación, nos dirigiremos al Museo de Cardedeu, también conocido como Museo Archivo Tomàs Balvey (MATBC), ya que aquí es donde se encuentran las colecciones de Tomàs Balvey i Bas. Último de una estirpe de boticarios, Balvey (1790-1852) fue un auténtico fan del coleccionismo, y gracias a esta "obsesión" hoy la villa dispone de un variado y valioso museo, situado en la que fue la residencia del Dr. Daurella, junto al Ayuntamiento. En la tercera planta de la casa hay de todo: monedas, prendas de vestir, herramientas, armas, animales disecados, algunas esculturas... En la segunda planta encontramos la que seguramente es la joya de la corona, el mobiliario original de la farmacia Balvey, datado de 1812, con más de 200 recipientes de aquella época. Se considera que la farmacia de Cardedeu es, como la de Llívia, de las más antiguas del continente. El primer piso está reservado al archivo, mientras que en la planta de entrada - donde también se encuentra la oficina de turismo - se llevan a cabo exposiciones temporales y también da acceso a un alargado jardín, lleno de plantas medicinales.
En Cardedeu organizan diversos itinerarios culturales guiados a lo largo del año. Si os interesa el Modernismo de veraneo, os recomendamos el dedicado a la obra del arquitecto vallesano Manuel Joaquim Raspall (1877-1937). De hecho, veréis construcciones modernistas, pero también de novecentistas, ya que Raspall formaba parte de una generación posterior de arquitectos a la de los Gaudí, Puig i Cadafalch o Domènech i Montaner, y mucha obra suya ya se encaminaba hacia el estilo que iba sustituyendo al anterior. Pasaréis, entre otros espacios, por la Casa Viader, residencia de verano de Marc Viader, el inventor del Cacaolat, o por las casas Masó y Golferichs. Y es que, como se decía a principios del siglo pasado, "un palco en el Liceo y una torre en Cardedeu", símbolo de la importancia que el lugar adquirió como segunda residencia de muchas familias burguesas de Barcelona. Otra opción es que hagáis el itinerario por vuestra cuenta: podéis escanear con el móvil un código QR que hay tanto en la web del Museo como en su puerta de entrada, y así ir siguiendo el itinerario con vuestro dispositivo.