1. Disfrutar del mar desde el Maresme hasta el Garraf
Los cientos de kilómetros de costa del litoral barcelonés son todo un regalo para los amantes de la playa y los deportes náuticos. Hay muchas playas dotadas de múltiples servicios y con una calidad medioambiental excepcional. También hay pequeñas calas, que se esconden entre las rocas, reservadas para aquellos que buscan tranquilidad y la práctica del naturismo. Y un montón de playas urbanas, abiertas a villas marineras, que permiten, además, disfrutar de jornadas en las que el sol y el mar se combinan con paseos por callejuelas llenas de encanto, entre compras y visitas culturales.
La orilla del mar y los extensos arenales son lugares ideales para hacer deporte y encontraréis muchas empresas que os lo pondrán más fácil todavía. Por ejemplo, podéis hacer submarinismo en el Maresme y todo tipo de actividades náuticas en el Baix Llobregat y en las estaciones náuticas de Vilanova y la Geltrú y de Santa Susanna.
Y después de un buen día al lado del mar, podréis seguir disfrutando del litoral, porque en las noches de verano este mundo se transforma y la brisa marina se impregna de música y de un buen ambiente que invita a saborear la noche estrellada con copa en mano.