5 ideas para hacer turismo sin salir de las comarcas de Barcelona!

Si queréis disfrutar de un verano lleno de planes, entre playa, naturaleza, patrimonio y montaña, ¡os proponemos reconectar con nuestro territorio más cercano!
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Time Out en colaboración con Diputación de Barcelona
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Vivir en Barcelona tiene muchas ventajas y una de los principales es, sin duda, estar rodeados de un territorio sorprendente, diverso y fascinante. No hay que ir muy lejos para disfrutar de la naturaleza y de un montón de posibilidades de ocio, cultura y diversión. Y es que Barcelona es mucho más que una ciudad, es la suma de todas las comarcas que la rodean y la enriquecen y que, este verano, nos ofrecen todo un mundo de posibilidades. Desde la costa, con más de cien kilómetros, en los pueblos de montaña, pasando por un montón de paisajes y patrimonio por descubrir y con una buena red de parques naturales para recorrer. Y todo aderezado con una gastronomía deliciosa y una fuerte tradición vitivinícola. ¿Se puede pedir más? Si queréis sacarle todo el jugo a un verano cerca de Barcelona, ¡seguid leyendo, porque os proponemos ideas de lo más irresistibles!

1. Disfrutar del mar desde el Maresme hasta el Garraf

Los cientos de kilómetros de costa del litoral barcelonés son todo un regalo para los amantes de la playa y los deportes náuticos. Hay muchas playas dotadas de múltiples servicios y con una calidad medioambiental excepcional. También hay pequeñas calas, que se esconden entre las rocas, reservadas para aquellos que buscan tranquilidad y la práctica del naturismo. Y un montón de playas urbanas, abiertas a villas marineras, que permiten, además, disfrutar de jornadas en las que el sol y el mar se combinan con paseos por callejuelas llenas de encanto, entre compras y visitas culturales.

La orilla del mar y los extensos arenales son lugares ideales para hacer deporte y encontraréis muchas empresas que os lo pondrán más fácil todavía. Por ejemplo, podéis hacer submarinismo en el Maresme y todo tipo de actividades náuticas en el Baix Llobregat y en las estaciones náuticas de Vilanova y la Geltrú y de Santa Susanna.

Y después de un buen día al lado del mar, podréis seguir disfrutando del litoral, porque en las noches de verano este mundo se transforma y la brisa marina se impregna de música y de un buen ambiente que invita a saborear la noche estrellada con copa en mano.

2. Naturaleza y patrimonio entre Osona y Anoia

A medio camino entre el Mediterráneo y los Pirineos, en el centro de la provincia, se extienden cuatro comarcas que conforman la demarcación Paisatges de Barcelona por las que vale la pena dejarse perder. Son Osona, el Moianès, el Bages y Anoia, las cuatro llenas de sorpresas, valores naturales y patrimoniales y una excelente gastronomía.

Quizás una de las cosas que más destacan son las numerosas muestras de patrimonio monumental que reúnen. Toda una serie de iglesias románicas, monasterios, templos góticos, torres de vigilancia y majestuosas fortalezas medievales que se encuentran por unas tierras lozanas. Y es que, patrimonio y naturaleza se abrazan en perfecta armonía ofreciendo paisajes únicos. Unos paisajes que, además, se pueden saborear en un montón de alimentos que configuran una cocina también única, como las judías de Collsacabra, los garbanzos de la Anoia, la patata del bufet, el salchichón y los embutidos de Vic, los quesos de Moià y Oló, en el Bages, junto con el requesón de Montserrrat, los vinos de la DO Bages y los cavas del Anoia. ¡No os lo perdáis!

3. Enoturismo y cultura del vino

A medio camino entre el Mediterráneo y los Pirineos, en el centro de la provincia, se extienden cuatro comarcas que conforman la demarcación Paisajes de Barcelona por las que vale la pena dejarse perder. Son Osona, el Moianès, el Bages y Anoia, las cuatro llenas de sorpresas, valores naturales y patrimoniales y una excelente gastronomía.

Que la provincia de Barcelona es un territorio vitivinícola lo demuestran las cuatro denominaciones de origen de vino y cava que hay en diferentes comarcas: DO Alella, DO Pla de Bages, DO Penedès y DO Cava, con epicentro en Sant Sadurní d'Anoia, la capital del cava. Un territorio que, además de un vino y un cava de primera calidad, ofrece un montón de actividades para disfrutar entre viñedos. ¿Qué tal un paseo a pie, en bici, en segway, en carro o en caballo? ¿O sobrevolar los viñedos en globo o helicóptero? ¿O disfrutar de una visita a una bodega, con cata final? ¿O hacer un viaje al pasado y visitar una bodega romana, en Teià, o hacer la ruta de las barracas y las tinas de piedra seca, en el Bages, para constatar la herencia milenaria de la cultura del vino a las tierras barcelonesas? Estas son solo algunas de las múltiples actividades que proponen las comarcas vinícolas. ¡Apuntaos a alguna y sumergíos de lleno en la cultura del vino!

4. Adentrarse por los Pirineos en el Berguedà

Al norte de la provincia de Barcelona, ​​la comarca del Berguedà es la puerta de entrada a las sierras del Cadí y del Moixeró, que discurren paralelas a los Pirineos. Unas cordilleras declaradas Parque Natural que destacan por rodear la emblemática montaña del Pedraforca, una cima visible desde todo el territorio. Berga es la capital de la comarca, con un notable patrimonio monumental entre el que destacan el puente medieval sobre el río Llobregat y la iglesia románica de San Quirze de Pedret, situada a unos tres kilómetros de la localidad. De hecho, en todo el Berguedà hay un montón de muestras románicas que hay que visitar, como la iglesia de Sant Jaume de Frontanyà o el monasterio de Sant Llorenç. Y lo más mágico es que visitar este patrimonio permite disfrutar de un entorno natural excepcional, con las Fuentes del Llobregat donde nace el río del mismo nombre, los Jardines Artigas, diseñados por Antoni Gaudí, y numerosos caminos señalizados tanto para los amantes de la alta montaña como para aquellos que quieren hacer excursiones sencillas en medio de un paraje encantador, a pie o en bicicleta. Además, elegir el Berguedà es optar por la buena gastronomía, con unas cocinas locales que recogen lo mejor del paisaje y lo transforman en comidas deliciosas que hay que saborear.

5. Restaurantes y alojamientos al gusto de todos

Para disfrutar de una buena comida no hay que ir muy lejos, porque las comarcas de Barcelona ofrecen propuestas de todo tipo y a medida de todos los bolsillos. Desde restaurantes con estrellas Michelin hasta terrazas junto al mar donde hacer unas tapitas o fondas de montaña donde hacer los tradicionales desayunos de cuchillo tenedor. Y lo mejor de todo es que la gastronomía autóctona siempre va de la mano con el producto de proximidad y de temporada. Fresco y delicioso.

Y si lo que queréis es hacer una escapada larga y pasar algunas noches fuera de casa, en la provincia de Barcelona encontraréis todo tipo de establecimientos turísticos que han trabajado duro para ofrecer la máxima garantía y confianza a sus alojamientos. Campings, hoteles y alojamientos de turismo rural para que os sintáis como en casa. ¡Disfrutadlos!

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