Por el Vallès Occidental, de Terrassa a Vacarisses

Guarda toda la historia de la evolución técnica e industrial que ha desarrollado el ser humano hasta el día de hoy. Y además lo hace en un magnífico vapor alzado por el arquitecto modernista Lluís Muncunill a principios del siglo pasado. Estamos hablando del mNACTEC, un equipamiento que, si todavía no lo habéis visitado, ¡ya tardáis!

En el museo encontraréis una decena de exposiciones fijas y otras temporales. Una de las más precisas es La Fábrica Textil. Maquinaria de otros tiempos nos da buena muestra de cómo se lavaba la lana, cómo se hilaba o cómo se tejía, en medio de un ruido ensordecedor y entre letreros de la época que nos hacen entender un poco las duras condiciones de trabajo. "Trabajad en silencio. Hablando no pueden ejecutarse trabajos perfectos", podemos leer en uno de ellos. Tampoco mucho más alegres serían las jornadas laborales de los carboneros. En el sótano del mNACTEC hay una de las recreaciones más logradas, con todo el proceso de extracción del carbón y su uso como fuente de energía, así como las calderas y la máquina de vapor. Desde aquí se puede acceder al corazón mismo de la chimenea.

La exposición Enérgeia nos muestra experiencias prácticas e interactivas sobre la energía, como la Jaula de Faraday, donde podréis conocer diversas experiencias de descargas eléctricas de alta tensión. Hay también maquetas en movimiento, escenografías reales reconstruidas hasta el detalle, o máquinas y objetos diversos.

Una de las extensiones del mNACTEC es la Casa Alegre de Sagrera, y, según las horas que hayamos pasado en el museo, aún tendremos tiempo de ir antes de comer. De la familia Sagrera sabemos que emigró a Terrassa viniendo del campo a finales del siglo XVIII, y que se convirtió en uno de los linajes más acomodados de la población. La casa que tenemos ante los ojos, sin embargo, tiene la forma y el fondo que le dio el arquitecto Melchor Viñals en 1911, convirtiéndola en un excelente ejemplo de vivienda burguesa modernista. En la actualidad todos podemos disfrutar de sus bellos espacios, y acoge colecciones como la Salvans de arte oriental, la de pintura de Martínez Lozano, la de dibujos de Mateu Avellaneda, así como los legados de los escritores Agustí Bartra y Ferran Canyameres.

Podemos ir a comer al restaurante Can Vinyers, situado en la falda del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac. Ofrecen cocina mediterránea de autor.

Por la tarde vamos a Vacarisses. En las afueras está la finca La Frasera, con 47 hectáreas de bosque, 10 de las cuales dedicadas al cultivo de olivos, y con dos masías: la de Castellet de Dalt, que hoy es alojamiento rural y quesería, y la de Castellet de Baix , con un rebaño de cabras y la sala de ordeñar. La finca es visitable, y también os podéis quedar a dormir y disfrutar así plenamente y más tiempo de este entorno natural, los productos ecológicos, y de los caminos que hay por recorrer. Si sois más urbanitas o os va mejor para lo que tengáis que hacer al día siguiente, os proponemos alojaros en 1900 Bed & Breakfast, de aire modernista y en el corazón de Terrassa.