Por el Baix Llobregat, un castillo recuperado y un país en miniatura

En Sant Joan Despí Josep Maria Jujol, colaborador habitual de Antoni Gaudí, dejó una de sus grandes obras: la reforma de una antigua masía, Can Negre, en una vivienda llena de fantasía, mágica, que bebe del arte modernista. Hoy es el Centre Jujol - Can Negre, visitable y desde donde se organizan itinerarios por la población con Jujol como gran protagonista. Y es que el arquitecto dejó otras muestras de su traza, en este municipio del Baix Llobregat, como la Torre de la Creu - conocida popularmente como la Torre dels Ous -, casa de veraneo formada por cinco cilindros de diversos tamaños y alturas. Hemos decidido comenzar nuestra salida con esta propuesta que, además, incluye un pequeño desayuno.

Y después de ver la magia de Jujol, vamos a un lugar que parece creado para que vivan allí los pitufos o los gnomos. Pero seguro que muchas de las construcciones que veréis las reconoceréis rápidamente. Y es que estamos en Catalunya en Miniatura, en Torrelles de Llobregat, un parque temático de maquetas con todos los detalles de las principales construcciones del país. El Tibidabo, el Museo Dalí de Figueres, el románico de la Vall de Boí, la Seu Vella de Lleida o el Monasterio de Poblet son sólo algunas del centenar largo de pequeñas obras de arte que podréis observar mientras dais un paseo, y también hay reproducidos espacios naturales como el lago de Banyoles, calas de la Costa Brava o la montaña de Montserrat.

Más tarde, y al lado mismo, podemos poner a prueba nuestra agilidad haciendo un poco de ejercicio en el Bosc Vertical. Es un parque de aventura con cuatro circuitos de diferentes niveles de dificultad, y en el que os moveréis con toda seguridad de un árbol a otro a través de pasarelas, puentes y tirolinas.

A la hora de comer nos trasladamos a Castelldefels, ya que la visita de la tarde será en esta población costera. Comeremos en Tibu-ron Beach Club, junto a las olas, y donde destacan las paellas y fideuás. Después de comer iremos a conocer el gran símbolo de la localidad, hasta el punto que es la que le da nombre: el castillo. Tras varias fases de reformas, hoy es un espacio abierto y escenario de difusión cultural y de historia. Se realizan visitas guiadas, donde os explicarán, entre otras muchas cosas, que estáis en un bien cultural de interés nacional, que de la construcción se tienen referencias desde el siglo X, o que el aspecto actual corresponde básicamente a una reforma que se hizo a finales del XIX. Este sitio histórico y elevado es excelente para cerrar nuestro día en el Baix Llobregat.