Centro de visitantes, monasterio y mina
Dedicaremos el primer día a L'Estany. Y ya que hay un centro de visitantes, y nosotros estamos de visita, pues entramos. Lo encontramos en una parte de las antiguas dependencias del monasterio de Santa María de L'Estany, y ofrece información sobre los recursos y servicios turísticos y culturales del municipio. Así mismo, tiene por objetivo poner en valor el patrimonio arqueológico, histórico, arquitectónico, artístico y etnológico de la población.
A continuación visitamos el monasterio, canónica agustiana con vida entre sus muros entre los siglos XI y XV y en la actualidad parroquia. Podemos hablar de una auténtica joya del románico, especialmente los capiteles de su claustro, 72 en total, con escenas bíblicas esculpidas, e iconografías de temática vegetal y heráldica. Fue fundado en 1080, y contiene una notable imagen gótica de la Virgen esculpida en un solo bloque de alabastro.
A comer vamos a Ca la Tona, junto al monasterio. Podremos comer productos ecológicos y de la comarca.
Por la tarde seguimos en L'Estany. ¿No os parece raro que la población tenga ese nombre ("L'Estany" significa "el lago") y todavía no hayamos visto ningún lago ni nada parecido? Sí que había uno, pero se desecó con una obra de ingeniería espectacular que data del siglo XVIII y que todavía ejerce la misma función: sacar el agua del llano de la población. Probablemente cuando había agua en la superficie el paisaje era más bello, pero esta provocaba enfermedades, y además los monjes del monasterio agustiniano necesitaban tierras para cultivar. La solución fue construir una mina de piedra seca que mide cerca de medio kilómetro de longitud, y en la que hoy podemos acceder, poniendo así el punto y final a la jornada.