1. Lanzarote: una hora menos en el volcán
Es un sueño recurrente de muchas noches de nórdico y calefacción. Con temperaturas anuales medias de 22º, casi seguro que probaréis las playas de Lanzarote incluso en febrero. Si lleváis el frío dentro, la orografía volcánica os mantendrá calientes entre 'road trips' de paisaje inflamado. A Timanfaya la tierra todavía recuerda cuando era lava. Si sois flexibles con las fechas, podéis encontrar vuelos de invierno desde 100 euros.
Quieres ir aún más lejos? Cancún también tiene una playa eterna.