Escapada al Vallès Oriental: entre las aguas termales y el cielo

Especialmente si vais con niños, seguro que todos disfrutaréis visitando la ecogranja Salgot, en el municipio de Aiguafreda. La misma familia os explicará cómo viven y se crían sus cerdos ecológicos en este espacio único, en una de las entradas al Parque Natural del Montseny. Ya se sabe que del cerdo se aprovecha todo, y la familia Salgot esto lo pone en práctica desde el año 1928, elaborando unos embutidos excelentes. Pero volvamos a la visita. Hay varias opciones; una es completarla con una degustación de embutidos ecológicos; otra, si se dispone de más tiempo, acabar comiendo en el restaurante El Bellver, en Tagamanent, establecimiento con distintivo Slow Food. Hay también la posibilidad, si vais dos adultos y dos niños de hasta 12 años, de coger un pack familiar y así la visita sale más a cuenta económicamente hablando. En fin, hagáis lo que hagáis, pasaréis un buen rato y aprenderéis muchas cosas del mundo del cerdo.

Pasamos de la tierra al agua. Caldes de Montbui es una población con una larga tradición de veraneo de personas atraídas por las cualidades de sus aguas desde, al menos, la época del Imperio Romano. Una particularidad es la temperatura a la que sale, como se puede comprobar en la popular Fuente del León: ¡vigilad cuando pongáis la mano, que por la boca del animal sale el agua a 74ºC! La plaza donde está esta fuente, y que lleva el mismo nombre, tiene muchos otros puntos de interés: el elegante hotel y balneario Broquetas, el moderno edificio del Ayuntamiento, las termas romanas -dicen que de las mejor conservadas de la época que hay en toda la Península-, o el museo Thermalia, donde podréis conocer la historia de Caldes, descubrir interesantes obras de arte de artistas de renombre, así como informaros de lo que sea necesario, ya que también actúa de oficina de turismo. Por ejemplo, podéis preguntar por otros lugares para ver en la población, y posiblemente os citarán las murallas medievales, el puente románico, el molino del Zueco, la antigua farmacia Codina, el museo Delger, los diversos lavaderos, o Can Sanmartí, donde se hace pasta desde el año 1700. Más aún: al inicio de la calle de Bella encontraréis una magnífica torre, que inicialmente pertenecía a la muralla del siglo XII y que posteriormente fue usada como prisión, y que está declarada bien cultural de interés nacional. Y os recomendamos cruzar el puente y adentraros en el parque de Can Rius, antiguo jardín del balneario del mismo nombre y que hoy se encuentra cerrado al público, si bien una parte del edificio se ha restaurado bellamente y se hacen actividades. Vamos, que a Caldes le podéis dedicar tranquilamente un día entero,¡ y más aún si habéis reservado un circuito termal o algún tratamiento en alguno de sus establecimientos!