El segundo día lo pasaremos entero en Premià de Dalt, descubriendo muchos de sus tesoros. De entrada decir que es un pueblo que tiene su encanto, sobre todo las masías que se conservan en el mismo núcleo. Así que, vayáis por dónde vayáis, seguro que el paseo os parecerá bonito.
Sí queremos indicaros, sin embargo, algunos rincones que no os podéis perder, y que no siempre quedan en el centro de la población. Es el caso por ejemplo del emblemático santuario de la Mare de Déu de la Cisa. Apenas es del siglo XVIII, pero en estos 300 años de historia ya ha pasado momentos de todo. Hoy es un lugar muy agradable donde ir, incluso a tomar el aperitivo ya que hay servicio de restauración en el mismo lugar, y son muchos los vecinos de Premià y de los alrededores que eligen el lugar para prometerse amor eterno.
También en las afueras se encuentra el interesante yacimiento íbero de la Cadira del Bisbe. Está en una colina de la vertiente sur de la Serralada Litoral, y disfrutaréis de buenas panorámicas hacia el mar además de poder pisar un poblado de los layetanos, que era como se llamaba la tribu íbera que había en estas tierras hace unos 2.500 años. El yacimiento está parcialmente excavado, y se puede distinguir una calle, tres casas y una torre.
Precisamente desde el lado del poblado sale una ruta que se adentra en el bosque, bautizada como la Ruta de l'Esquirol (de la ardilla). Si os gusta caminar y disponéis de tiempo, informaros que se trata de una ruta circular y que se puede hacer en un par de horas; nosotros os la recomendamos, y así conoceréis la flora y, con suerte, la fauna de la Serralada Litoral, y llegaréis a la ermita de San Mateo, de origen románico y con un campanario de espadaña "girado".
En el centro de la población seguro que encontraréis Can Franquesa, sede de la Sociedad Cultural y Deportiva Sant Jaume. Por su ubicación, entre dos viales principales del pueblo, y su fisonomía y magnitud, ya nos podemos imaginar que pertenecía a una familia importante de Premià. Destaca la torre medieval, pero todo el conjunto es de gran belleza y apetece sentarse en su terraza y tomar un café.
No muy lejos está el Antiguo Ayuntamiento, hoy sede de la policía local, una construcción pensada como escuela pero siguiendo el diseño de las fábricas industriales del siglo XIX, con varios elementos ornamentales modernistas. El conjunto de casas de la calle de las Flores, la masía de Can Verboom, o la capilla de Santa Ana son otros puntos de gran interés de esta localidad del Maresme.