Tarde día 1: la riqueza del delta
Donde hay agua, hay vida. Y la del río Llobregat, aunque a lo largo de su recorrido está muy aprovechada, todavía llega al mar con suficiente empuje como para formar un delta y, con él, unos entornos naturales de gran valor biológico. Los espacios naturales del delta están protegidos y repartidos entre los municipios de El Prat de Llobregat, Viladecans, Gavà y Sant Boi de Llobregat. Podéis realizar varios itinerarios señalizados, con los que disfrutaréis de diferentes ambientes naturales: desde lagunas y humedales hasta pinares litorales sobre dunas y playas vírgenes. La observación de la fauna, especialmente de las aves acuáticas, es otro de los grandes atractivos del lugar. Como apuntes, añadir que en el delta se encuentra una de las escasas poblaciones de trencadalla del país –una planta herbácea de la familia de las malváceas que tiene unas grandes flores rosadas–, y también que se han catalogado 22 especies diferentes de orquídeas. En definitiva, uno de los escasos ejemplos de humedales que hay en medio de un área metropolitana en todo el arco mediterráneo, y un espacio magnífico donde empezar nuestra escapada.