Escapada al Baix Llobregat: de norte a sur

Queremos empezar nuestra estancia en en Baix Llobregat en uno de esos lugares que casi se deberían definir como mágicos. Si la montaña de Montserrat por fuera ya es espectacular, por dentro su belleza no se queda corta. Y es que sus rocas esconden todo un mundo subterráneo único, y donde mejor podemos observarlo y disfrutarlo es en las Cuevas de Salitre de Collbató.

Quizás es fruto de la imaginación humana, pero que en este recorrido de medio kilómetro por las entrañas de la montaña sagrada te parezca ver la arquitectura de Gaudí, tubos de órganos, o incluso la talla de la Moreneta, te deja embobado y medio trastornado. Realmente, ¿es posible que Antoni Gaudí pasara por aquí y se inspirara en estas formas a la hora de diseñar sus edificios? El caso del genial arquitecto no está claro, pero sí que estas espectaculares cuevas las visitaron otros personajes de renombre como Santiago Rusiñol, Ramon Casas o mosén Cinto Verdaguer.

Pero de eso ya hace tiempo. Hoy estamos nosotros aquí, y es nuestra hora de admirar estos paisajes interiores evocadores que la piedra y el agua han ido esculpiendo pacientemente a lo largo de miles de años.

La primera mañana seguimos por esta zona del Baix Llobregat tan marcada por la presencia de la montaña de Montserrat. Queremos pasear por una ciudad agradable y con varios puntos de interés como es Olesa de Montserrat. De entrada recomendaros, como posiblemente ya sabéis, que vayáis a ver la magnífica Pasión que aquí se representa. Pero si no es la época, siempre es un buen momento para dar un paseo por este municipio de cerca de 25.000 habitantes y que tiene como elemento más emblemático la Torre del Reloj, una torre de defensa de época medieval coronada por dos campanas, y que durante más de dos siglos había alojado la cárcel de Olesa.

El edificio que acoge el Ayuntamiento también tiene su encanto, ya que se trata de una construcción novecentista que inicialmente fue el hotel Gori. Los jardines que eran del hotel son hoy un amplio y céntrico parque municipal en los alrededores de la casa de la villa.

Destacamos también el mercado, inaugurado en 1932 con sello del arquitecto Jeroni Martorell, un edificio catalogado en el inventario del Patrimonio Arquitectónico Catalán.

Y si sois amantes de la geología, tomad la carretera B-120 en dirección a Viladecavalls para localizar el afloramiento pizarroso conocido como Ribes Azules, considerado uno de los puntos geológicos más importantes de Cataluña ya que sirve para explicar una de las etapas de la formación del relieve del país.

Nos dirigimos ahora unos pocos kilómetros al sur, a Sant Esteve Sesrovires, para visita un edificio que podríamos definir como una "catedral del cava" por su magnitud y belleza. De estética modernista, fue diseñado por el arquitecto Ignasi Mas i Morell e inaugurado en 1919 con la misma finalidad que tiene hoy. Aquí se elaboran los cavas Roger Goulart, con una amplia gama de espumosos producidos a partir de la uva que se cultiva en este territorio junto a las comarcas del Alt Penedès y del Anoia.

La visita guiada que haréis, como podéis adivinar, os servirá no sólo para ver este bello edificio, sino también para conocer el proceso de elaboración del cava, bajando bajo tierra para descubrir la bodega y pasear entre las botellas que reposan, y también degustar alguno de estos cavas de larga tradición familiar.

Ahora sí que hay que desplazarse unos cuantos kilómetros, y nos vamos mucho más cerca del mar. Queremos conocer lo mejor de Viladecans, y para hacerlo lo más conveniente es escuchar y seguir a alguna persona que conozca a fondo la población. Vamos, resumiendo, visitarla con guía. Descubriréis espacios como la Torre del Baró, de la que se tienen referencias desde el siglo X; la Torre Roja, del XII; la Rambla de Modolell, o la sede del Ayuntamiento, en Can Modolell, un edificio modernista pero con una torre de vigilancia muy anterior, del siglo XVI. Un municipio con un crecimiento demográfico espectacular en el último tercio del siglo XX pero que ha sabido conservar gran parte de su patrimonio y de sus encantos, como podréis comprobar esta mañana.

Última tarde. Queremos terminar esta salida al Baix Llobregat en un lugar especial, un poco apartado, y que nos sirva para relajarnos y ver algunas panorámicas en la comarca. Así que subimos unos 300 metros sobre el nivel del mar, en la cima del Montbaig, para encontrar la ermita de San Ramón, en el término de Sant Climent pero justo en el límite con Sant Boi y Viladecans.

Edificada en la segunda mitad del siglo XIX, es una ermita de estilo neorrománico donde se venera a San Ramón Nonato. Desde aquí se puede ver el Delta del Llobregat, el Montseny, Montserrat, el Garraf... y, en días claros, ¡incluso las montañas de Mallorca! Ya que por la mañana estábamos en Viladecans, una buena opción es realizar la excursión a pie hasta la ermita saliendo desde el parque de la Torre Roja; ya desde este lugar la ruta está bien señalizada, y la caminata no tiene dificultad.

Un buen lugar, pues, desde el que decir "hasta pronto" al Baix Llobregat.