Ocho estaciones
La salida la tomamos en la Oficina de Turismo de Vilafranca del Penedès (calle Hermenegild Clascar), y el recorrido que haremos es de tan sólo 3,5 km, hasta la Torre de las Aguas, también llamada Torre de la Bleda. El itinerario nos habla del tiempo atado a los hombres y a la naturaleza, y si lo preferís también se puede hacer a pie. Pero nosotros hemos pensado que ya que es un camino ideal para realizar sobre dos ruedas, también para los niños, nos pondremos el casco y lo descubriremos con la bicicleta. A lo largo del itinerario hay ocho estaciones, ¡no de tren!, sino unos puntos donde detenerse y donde encontraréis respuestas a preguntas como desde cuándo se cultiva la viña en el Penedès, cuánto tiempo hace falta para que el vino esté listo, o qué es el ciclo de la viña. En el sendero también veréis unas botas de vino muy con mucho colorido, o un reloj solar analemático, entre otras sorpreses. Pero sobre todo lo que os rodeará serán cepas, peladas, o con los pámpanos bien visibles, o con la uva a punto para ser recogida; y es que es una ruta de paisaje cambiante ya que, como sabéis, el aspecto de las viñas también va variando a lo largo del año.