Disfrutad del mar y de la montaña con una escapada al Maresme

Vamos hacia el norte de la comarca, a la urbanización de Can Carreras, entre Pineda de Mar y Calella y a 406 m de altitud. Acompañados de monitores de la empresa Descent, emprenderemos una ruta en BTT de poco más de 13 km que nos llevará hasta la arena de la playa de Pineda. Las panorámicas que nos ofrecen los primeros tramos son espectaculares, y la combinación del verde de los alcornoques del camino por el que transitamos y el azul del fondo, magnífica. El itinerario siempre va de bajada, y observaremos algunos elementos patrimoniales interesantes, como un horno de cal o un antiguo molino. Ya en el núcleo urbano de Pineda, en calles como la Mayor o la de Mar destacan las edificaciones modernistas.

Para descansar del trayecto, y relajar cuerpo y mente, pocas cosas pueden haber mejores que ir a un balneario. Entre Caldes d'Estrac y Arenys de Mar está el Titus, el establecimiento de aguas cloruradas sódicas más cerca del mar de todo el territorio catalán, y con una larga lista de servicios, desde un masaje ayurvédico con aceites esenciales hasta la posibilidad de hacer un circuito que incluye varios tratamientos (exfoliación corporal, envoltura de chocolate, baño de hidromasaje, baño de vapor...). Dispone también de una piscina al aire libre con agua termal.

Entre el deporte y las aguas, seguro que ya nos ha entrado el apetito. Hemos reservado mesa en el restaurante El Mot del Vila, que forma parte del Vila Arenys Hotel. El chef Toni Sánchez capitanea los fogones y trabaja una carta basada en la cocina de mercado y creada a partir de productos de proximidad y de temporada.

Y ya que estamos en Arenys de Mar, vamos a descubrir esta población costera y llena de atractivos. Podemos escoger entre rutas diversas - itinerario Salvador Espriu, ruta de los indianos, itinerario Ferran de Pol, itinerario del puerto...-, o sencillamente dejarnos llevar e ir encontrando sus rincones con más encanto, entrar en el Museo Marès de la Punta y en el Museo Mollfulleda de Mineralogía, o en la iglesia de Santa María para observar el espectacular retablo barroco obra de Pau Costa.

La escapada por el Maresme la cerraremos entre viñedos. Durante muchos siglos la comarca ha sido tierra de cepas, pero ahora prácticamente toda la uva se acumula alrededor de Alella, epicentro de una pequeña Denominación de Origen que lleva el nombre de la población. Visitaremos la Bodega Alta Alella, situada dentro del Parque Natural de la Serra de Marina, donde nos explicarán la producción de sus vinos ecológicos mientras contemplamos las vistas hacia el mar y hacia la montaña. En definitiva, hacia el Maresme. ¿Brindáis con nosotros para concluir el viaje?