Pamukkale, Turkey
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Los 14 destinos más infravalorados de Europa

Muchos lugares del continente se enfrentan al turismo excesivo, pero aún hay muchos sitios por explorar

Traducido por: Irene Poza López
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No hace falta decir que Europa está llena de sitios increíbles. Pero muchos de estos sitios son también bastante obvios. Venecia, Ámsterdam, la costa amalfitana... sí, son impresionantes. Pero el problema es que todo el mundo quiere ir, lo que significa que muchas de las capitales europeas, hubs culturales y bonitos paisajes están llenos de turistas y con precios desorbitados. Algunos de estos destinos incluso han empezado a decir que quieren que los turistas no vayan.

Pero para cada sitio abarrotado de visitantes, hay otros que pasan injustamente desapercibidos: lugares donde puedes pasarte horas sin ver a otro turista, o al menos alternativos a los tradicionales destinos de vacaciones. Así que esto es lo que sugerimos: este verano, evitaos romperos el cuello intentando ver la Mona Lisa. Ahorraos las colas del Vaticano, y viajad a algunos destinos menos conocidos del continente.

Desde los Balcanes hasta el Báltico, desde el Atlántico hasta la costa Adriática, hemos reunido a escritores de viajes y expertos locales para descubrir las ciudades infravaloradas de Europa, las islas, regiones, playas, pueblos, lagos y todo de por medio.

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Los destinos más infravalorados de Europa

Matera, Italia

La ciudad de Matera es una clase magistral de reinvención. Uno de los asentamientos italianos más antiguos, recientemente reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su peculiar pero inquietante belleza se aleja de la costa Amalfitana o Nápoles, a tres horas de distancia. Esculpida en las montañas rocosas de la región meridional italiana de Basilicata, Matera fue considerada en su momento la vergüenza del país debido a las condiciones de pobreza de sus habitantes, que vivían en cuevas.

Hoy, la serpentina y tumultuosa ciudad está dividida en dos distritos repletos de espacios expositivos únicos en cuevas, iglesias rupestres, hoteles boutique y restaurantes. Retroceded en el tiempo en el cavernoso casco antiguo lleno de gatos, descubrid por qué los cineastas modernos encuentran en Matera una musa, o contemplad el horizonte en el mirador Belvedere Pascoli. La historia está inscrita en las capas de piedra calcárea de Sassi di Matera, las cuevas atmosféricas que conforman uno de los destinos más extraordinarios de Italia.

Chloe Johnson Contributor, Time Out Travel

Tartu, Estonia

Tartu, una de las tres Capitales Europeas de la Cultura de 2024, es el centro creativo e intelectual del Báltico, donde la vida de la ciudad gira en torno a su prestigiosa universidad del siglo XVII. Pasead por sus calles en busca de animados cafés y arquitectura experimental: los Archivos Nacionales mezclan las influencias nórdicas y bálticas con un exterior posmoderno, mientras que el remate en espiral de inspiración neolítica y las ventanas irregulares de la Torre de Caracol captarán vuestra atención. En verano, los festivales al aire libre toman la ciudad, entre ellos Tartuff, dedicado al cine romántico, y el festival IDeeJazz. En diciembre, toda una 'ciudad navideña' llega a Tartu, iluminando las noches oscuras con cabañas de cristal centelleantes y pistas de hielo.

Shafi Musaddique Contributor, Baltics
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Ponza, Italia

Ponza, una playa para los romanos que escapan de la capital en verano, ha pasado desapercibida para los viajeros internacionales que acuden a las islas italianas más conocidas de Capri, Sicilia y Cerdeña. La vida en esta isla rocosa de ocho kilómetros se rige por el agua: los bañistas se lanzan a las piscinas naturales y se sumergen en grutas antiguas; los que quieren tomar el sol llenan las playas de las calas en forma de media luna; los comensales disfrutan del marisco fresco en los restaurantes del puerto (casi podéis notar el mar rozándoos los dedos de los pies en La Marina de Cala Feola, donde las mesas se extienden sobre las rocas en marea baja). Ponza está a solo un trayecto en ferri de Roma o Nápoles, aunque el viaje es mucho más corto desde la ciudad costera de Terracina, otro de los destinos más olvidados de Italia.

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Grace Beard
Travel Editor

Islas Feroe

Si pensáis en una isla paradisíaca, las rocosas Islas Feroe y su mal tiempo probablemente no son exactamente lo que os viene a la cabeza. Pero desafiad a los elementos y seréis recompensados con unas vistas de ensueño en cada esquina: cataratas, laderas cubiertas de hierba, pueblos pintorescos y montañas imponentes. Seis de las dieciocho islas del archipiélago están conectadas por túneles, cosa que lo convierte en un destino ideal para un viaje por carretera. Abrochaos el cinturón y descubrid una tierra donde las ovejas dominan las carreteras, las cimas piramidales ofrecen abundantes excursiones, y las aves marinas, focas y ballenas son habituales en el litoral.

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Lowri Llewelyn Contributor, Time Out Travel
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Riviera Albanesa

Más allá de los hoteles comunistas imponentes de las ciudades costeras albanesas de Durrës, Sarandë y Vlorë, hay pueblos costeros vírgenes, accesibles por vertiginosas carreteras de montaña que bordean la costa adriática. Entre ellos se encuentra el pueblo semi abandonado del antiguo Qeparo, sus edificios pintorescos de piedra blanca como vestigios del pasado e indicios del futuro. Después de que la mayoría de sus habitantes se marchasen a Italia en los años noventa, los albaneses están volviendo poco a poco para renovar los edificios en ruinas y convertirlos en casas familiares y pensiones boutique como Villa Rustic o Las Villas de Qeparo. El mar está muy limpio y es apto para nadar incluso en invierno. No os perdáis la laguna de Karavasta, parque nacional costero y refugio de pelícanos y fauna poco común. Más al sur, entre Vlorë y Sarandë, se encuentra Tragjas Vlorë: un pueblo pesquero rodeado de colinas y rutas de senderismo. Probad la cocina de montaña hecha al horno en la pensión Sofra e Vjeter.

Camilla Bell-Davies Contributor, Balkans

Vilna, Lituania

Esta pequeña capital del Báltico celebra su 700º aniversario en 2023, momento ideal para descubrir la fascinante y a menudo tumultuosa historia de la ciudad. Empezad en la colina de Gediminas, llamada así por el fundador de la ciudad, y disfrutad de las vistas del casco antiguo. A continuación, descended hacia la deslumbrante Puerta de la Aurora, símbolo de la época en que Lituania se convirtió al catolicismo después de su unificación con Polonia (juntas formaron uno de los mayores estados de Europa). El barrio de la Estación, por su parte, muestra la influencia del imperio ruso. Y, por toda la ciudad, pero especialmente hacia el sur, los edificios soviéticos son un inquietante recordatorio del oscuro pasado reciente de la región. Hoy en día, muchos de ellos -desde los clubes Kablys y Loftas hasta la prisión convertida en espacio cultural Lukiškės 2.0- ofrecen la mejor vida nocturna. Por 700 años más (pero con menos guerra, por favor).

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Huw Oliver
UK Editor
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Pamukkale, Turquía

Pamukkale, vecina de la antigua ciudad balneario romana Hierápolis, es un lugar conocido por las aguas termales ricas en minerales que fluyen por terrazas de travertino blanco en una ladera. Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está formado por piedra calcárea luminiscente que se ha ido creando de manera natural a lo largo de miles de años. Su nombre turco significa "castillo de algodón". Los viajeros pueden darse un chapuzón en las piscinas de travertino, pasear y contemplar las maravillas que ofrece Pamukkale, o subir a un globo aerostático para disfrutar de una vista aún más impresionante. Durante vuestra estancia en la ciudad, también podéis visitar algunas de las ruinas romanas, como anfiteatro, muy bien conservado, y la antigua piscina romana.

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Beril Naz Hassan
Writer, Time Out Travel

Lagos de Imotski, Croacia

En la mejor parte del interior de Dalmacia, que separa Croacia de Bosnia-Herzegovina, solo encontraréis cabras y viejos lugareños deambulando por el árido terreno. Interrumpiendo este paisaje lunar, dos lagos brillantes, cada uno con el nombre del color de su agua, bordean la solitaria pero próspera ciudad de Imotski. Los visitantes llegan en coche o autobús para bañarse en el Lago Azul (Modro Jezero), un profundo socavón cuyas aguas alcanzan los 90 metros en primavera, pero solo unos pocos en verano. Muy cerca, el Lago Rojo (Crveno Jezero) se admira desde arriba, con sus tonos rojizos que reflejan los óxidos de hierro que decoloran las paredes escarpadas de los acantilados. Los alquileres turísticos y los restaurantes modestos dan fe de la creciente popularidad de Imotski.

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Peterjon Cresswell
Editor, Time Out Croatia
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Birmingham, Inglaterra

La segunda ciudad más grande del Reino Unido está quitando el polvo de su imagen industrial. Id más allá de los centros comerciales, museos y bares del centro de la ciudad y descubrid un lugar de sorprendente belleza: estamos hablando de paseos frondosos a lo largo de una ruta ferroviaria en desuso en el camino Chad Valley, de coníferas imponentes y amplias vistas de la ciudad en 'the Lickeys', del pintoresco pueblo cuáquero de Bournville y, por supuesto, de kilómetros y kilómetros de canales singulares. Un buen paseo requiere una buena comida después, y en Birmingham hay mucho donde escoger. La ciudad tiene más estrellas Michelin que cualquier otra ciudad del Reino Unido fuera de Londres, y barrios animados como Stirchley y Moseley están repletos de restaurantes independientes (recomendamos Verbena, en Stirchley, compacto y regentado por mujeres). No es ninguna sorpresa para los Brummies que su querida ciudad haya estado coronada como el destino gastronómico más emocionante del país por la Good Food Guide 2022.

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Grace Beard
Travel Editor

Dordrecht, Países Bajos

Tan histórica y pintoresca como el centro de Ámsterdam, pero sin tantos turistas, Dordecht es el lugar perfecto para una escapada a una pequeña ciudad holandesa. Encaramado en una amplia curva del río Oude Maas, su puerto medieval es como una caja de bombones. Abundan los maestros antiguos en el venerable Museo Dordrecht y las tiendas y restaurantes 'indie' a lo largo de la encantadora Groenmarkt, mientras que el centro cultural de Energiehuis y el restaurante del jardín de Villa Augustus (un moderno hotel en una torre de agua reconvertida) merecen el corto paseo desde el centro de la ciudad. Y si os quedáis el tiempo suficiente para salir de la ciudad, el parque nacional más grande de Holanda, el Biesboch, está justo en la puerta y es fácil llegar en una excursión idílica en barco de medio día. 

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James Manning
Content Director, EMEA
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Extremadura, España

En el país del sol y playa es difícil brillar cuando eres un destino de interior, sin mar y sin tren de alta velocidad. Le pasa a Extremadura, a medio camino entre Madrid y Portugal. Y no es el desierto seco y árido que muchos piensan: tres reservas de la biosfera, un geoparque mundial y dehesas infinitas, el paraíso ecológico del cerdo ibérico. El agua brota en los Valles del Jerte y la Vera, y en la playa de Isla del Zújar (¡es la Comunidad española con más costa de agua dulce!). Y es muy rica en patrimonio: el monasterio de Guadalupe, el anfiteatro romano de Mérida o el casco histórico y monumental de Cáceres. La gastronomía merece otro capítulo: migas (plato típico), cava (de Almendralejo), queso (el de Los Ibores es exquisito) o patatera, un embutido tan modesto como adictivo. Si es que Extremadura tiene de todo… menos turistas. ¿Nuestro consejo? Ir cuanto antes, porque si llega el tren, será imposible detener la avalancha de viajeros.

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Noelia Santos
Editora, Time Out Madrid

Banja Luka, Bosnia y Herzegovina

Banja Luka es la capital de la República Srpska, la entidad serbia menos visitada de Bosnia y Herzegovina. La falta de tráfico turístico permite admirar con tranquilidad la catedral ortodoxa de Cristo Salvador y la mezquita de Ferhadija. Reconstruidas de forma sorprendente post-conflicto, forman parte de una agenda turística relajada que abarca 2.000 años, con la panorámica de la fortaleza romana de Kastel y las fachadas de los Habsburgo. Las animadas terrazas de los cafés abundan, los carnívoros se lo pasarán en grande en los numerosos restaurantes balcánicos, y el hotel cuenta con una piscina en la planta superior y un edificio emblemático que data de 1885. La asequibilidad subraya todos los aspectos de la hospitalidad y, pese a la escasez de visitantes internacionales, el personal angloparlante es una característica común.

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Peterjon Cresswell
Editor, Time Out Croatia
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Lago Annecy, Francia

A un rápido, asequible y directo viaje en tren desde París, las orillas montañosas del lago Annecy son una tentadora alternativa a la abarrotada costa de la Riviera Francesa. Al fin y al cabo, ¿quién necesita el mar pudiendo nadar en las aguas limpias, transparentes y refrescantes de un lago alpino? Las vistas también son espectaculares, sobre todo desde las 'playas' de hierba de Talloires y Menthon-Saint-Bernard. Y si el tiempo se nubla, no hay problema: pasad unas horas cotilleando por Annecy, un pueblo sumamente bonito. Parece una mezcla loca de Francia, Suiza y Venecia: jardines al lado del lago, callejuelas y canales medievales y una gran afición por el queso fundido.

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James Manning
Content Director, EMEA

Ullapool, Escocia

Pese a tener solo 1.500 habitantes, este diminuto pueblo de las Highlands escocesas tiene mucho más que ofrecer. Podéis disfrutar de los magníficos paisajes de las cascadas de Corrieshalloch, escalar la montaña de Stac Pollaidh, o incluso coger un ferri a las Outer Hebrides. Después de todo este aire fresco, probablemente querréis entrar en calor en uno de los muchos y acogedores pubs de la ciudad, o disfrutar de su escena gastronómica. The Seafood Shack sirve algunas de las cigalas más frescas que probaréis, mientras que The Dipping Lugger, un nuevo restaurante a la orilla del Loch Broom, ya cuenta con tres AA Rosettes y pone el foco en los productos locales. Nuestro consejo: mientras estéis allí, sintonizad la emisora de radio Lochbroom FM para conocer la vida local.

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Chiara Wilkinson
Deputy Editor, UK
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