Baix Llobregat, una visita a tres lugares imperdibles

Queremos empezar nuestra estancia en un espacio mágico. Si la montaña de Montserrat por fuera ya es espectacular, por dentro su belleza no queda atrás. Y es que sus rocas esconden un mundo subterráneo único, y donde mejor podemos observarlo y disfrutarlo es en las Cuevas de Salitre de Collbató. Quizás es fruto de la imaginación humana, pero que en este recorrido de medio kilómetro por las entrañas de la montaña sagrada parezca ver la arquitectura de Gaudí, tubos de órganos, o incluso la talla de la Moreneta, deja a uno embelesado y medio trastornado. ¿Realmente es posible que Antoni Gaudí pasara por aquí y se inspirara a la hora de diseñar sus edificios? El caso del genial arquitecto no está claro, pero sí que estas espectaculares cuevas las visitaron otros personajes de renombre como Santiago Rusiñol, Ramón Casas o Jacint Verdaguer. Pero de eso ya hace tiempo. Hoy estamos nosotros, y es nuestro momento de admirar estos paisajes interiores evocadores que la piedra y el agua han sido esculpiendo pacientemente a lo largo de miles de años.

Donde hay agua, hay vida. Y la del río Llobregat, aunque a lo largo de su recorrido está muy aprovechada, todavía llega al mar con suficiente empuje como para formar un delta y, con él, unos entornos naturales de gran valor biológico. Los espacios naturales del delta están protegidos y repartidos entre los municipios de El Prat de Llobregat, Viladecans, Gavà y Sant Boi de Llobregat. Podéis realizar varios itinerarios señalizados, con los que disfrutaréis de diferentes ambientes naturales: desde lagunas y humedales hasta pinares litorales sobre dunas y playas vírgenes con vegetación. La observación de la fauna, especialmente de las aves acuáticas, es otro de los grandes atractivos del lugar. El delta del Llobregat es uno de los escasos ejemplos de humedales que hay en medio de un área metropolitana de todo el arco mediterráneo.

Hemos reservado mesa para comer en el Fosbury Café, en el paseo Marítimo de Castelldefels. Es un restaurante adherido a los Sabores de la Huerta del Baix Llobregat, con un diseño moderno y una amplia terraza. Dispone de diferentes ambientes.

Por la tarde dirigiremos nuestros pasos hacia Santa Coloma de Cervelló, y en concreto a una colonia industrial muy especial, la Colonia Güell. Paseándonos podremos observar sus edificios modernistas, y es muy conveniente visitar el Centro de Interpretación, ubicado en el edificio de la antigua cooperativa de consumo, con una exposición permanente para entender el conjunto de la colonia. Y lo que está claro que no nos podemos perder es la cripta de la iglesia, que lleva el sello de Antoni Gaudí y es Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. Sin duda una maravilla — ¡una más! — del genial arquitecto. Obsérvese que cada columna es diferente, la riqueza artística del mobiliario, o los bonitos vitrales con forma de piña y que actúan prácticamente como un reloj de sol. El empresario Eusebi Güell encargó la construcción de toda la iglesia a Gaudí, y el arquitecto trabajó en el proyecto durante una década, desarrollando la primera maqueta de catenarias. Pero las dificultades económicas de la familia Güell a la muerte del empresario llevaron a que Gaudí sólo acabara la cripta. En fin, es difícil describir con palabras lo que transmite un espacio como este, así que mejor que vayáis y lo veáis con vuestros ojos.