1. La casa de Cortàs en la Cerdanya
Esta casa en la Cerdanya es excelente para satisfacer los gustos de todos vuestros familiares y amigos. Los apasionados de la arquitectura podréis visitar las iglesias románicas y dejaros llevar por la historia medieval. Los amantes de los animales tendréis la oportunidad de vivir unos días rodeados de caballos, vacas y toda la fauna propia de la zona. Los más deportistas podrán aprovechar para hacer una escapada a la Marsella, o, si lo preferís, salir de excursión con los más pequeños mientras descubrís los ríos y los valles de la comarca. Y los más glotones, tendréis la oportunidad de probar el plato más típico de la zona; el trinxat de la Cerdanya.