Casa señorial de 1820 cerca del casco histórico de Bellver, conserva la esencia de las antiguas fondas de los pueblos de montaña. Comida casera con algún toque de autor. Podéis degustar el famoso picadillo, la escudella de campo y el arroz de montaña.
Menú mediodía a 11 €, fines de semana 15 €. Carta: 25 €. Cerrado los martes.
C / San Roc, 11 (Bellver de Cerdanya) T 973 51 04 75 www.fondabiayna.com
La comarca de la Cerdanya ha vivido a lo largo de la historia divisiones y más divisiones administrativas y territoriales. Una parte la tenemos al otro lado de la frontera con Francia, y, del territorio que corresponde a Catalunya, una mitad se encuentra en la provincia de Lleida, y la otra en la de Girona. Es por ello que la Cerdanya nos aparece en la escapada de los Pirineos Orientales, y que en esta de los Pirineos Occidentales también nos la encontramos. Y de hecho comenzamos aquí. Muy cerca de Bellver de Cerdanya está el pequeño núcleo de Talló. En medio de este, una iglesia de grandes dimensiones, Santa Maria de Talló, que merecidamente ha recibido el apodo de la catedral de la Cerdanya. Os recomendamos la visita. Sus fundamentos actuales son del siglo XII pero conserva algún elemento anterior. De estilo románico y declarada bien cultural de interés nacional hace justo veinte años, dentro encontraréis una talla policromada de la virgen del siglo XIII, de las pocas tallas originales del románico pirenaico que se mantienen en el sitio original.
Cambiamos totalmente de temática, pero no de comarca. En Martinet, pueblo marcado por el paso del Segre, visitaremos la Casa del Riu (llamad para hacer reserva previa al 93 824 41 51), un centro de interpretación del Parque Natural del Cadí-Moixeró sobre los ecosistemas fluviales. Desde la casa podemos iniciar el llamado Itinerario de la nutria, sencillo y con un punto bucólico bordeando el Segre. Los diversos paneles informativos explican los aspectos de la vida y el comportamiento de estos animales que, con suerte y paciencia, quizá veremos.
Nos levantaremos temprano para dirigirnos al Alt Urgell, a la población de Tuixent. Son tierras de hierbas medicinales, y en este pueblo lo saben bien. La tradición de dichas trementineras es larga, aunque hoy ya no se encuentran. Un museo las recuerda, y por eso hemos venido hasta aquí. ¿Que quiénes eran las trementineras? Pues unas mujeres que recogían las hierbas, las trataban en sus obradores, y se iban de casa largas temporadas para vender los preparados. La trementina era el más conocido de los que ofrecían, y de ahí el nombre con el que las bautizaron. El Museo de les Trementinaires es muy atractivo, tras su reforma hace pocos años, y la interesante visita se puede completar yendo al jardín botánico que se sitúa en las afueras de Tuixent, en el que se explican las propiedades de las plantas del entorno.
Y como los Pirineos leridanos son ricos en museos y de temáticas muy variadas, os invitamos a terminar la mañana visitando otro (ya tendremos tiempo de hacer otro tipo de actividades): el de los 'Raiers', en Coll de Nargó. Se encuentra situado en la capilla del Rosario de la localidad. Como no puede ser de otra manera, en el espacio se describe el oficio de raier, los que construían aquellas embarcaciones hechas con troncos y que bajaban por el río Segre y por la Noguera Pallaresa. El museo se completa con utensilios y fotografías antiguas.
El tema de los madereros nos ha hecho recordar que este lado de los Pirineos es toda una potencia en los deportes de aventura acuáticos. O sea que vamos hasta Sort, capital del Pallars Sobirà, y elegimos una de las muchas empresas que se dedican a organizar estas actividades. Vamos, por ejemplo, a Rubber River, que se define como la "empresa decana en deportes de aventura". Y si elegir organizador nos ha costado, elegir la actividad tampoco será fácil, ya que nos dan a escoger entre rafting, hidrospeed, kayak, canoas... Cada deporte tiene sus características y sus dificultades, pero todos ellos os harán pasar un buen rato descendiendo por las aguas del Noguera Pallaresa.
Y si nos quedan tiempo y ganas, una buena manera de conocer rincones del Pallars es hacerlo a lomos de un caballo. También son muchas las empresas entre las que podemos elegir, y dentro mismo de Sort encontramos por ejemplo Turisnat. Ofrecen excursiones por diferentes lugares y de diversas duraciones, sin necesidad de tener experiencia previa de montar a caballo. Tanto en el caso de los deportes acuáticos como de las excursiones a caballo, es preferible hacer reserva previa.
Después de pensarnos mucho a qué dedicamos nuestro último día en los Pirineos Occidentales, de las muchas opciones que teníamos, decidimos ir hasta el Valle de Aran, conocido como "la pequeña Suiza catalana". De nuevo, una comarca singular, diferente de todas las demás, en sus construcciones pero también en su clima, de clara influencia atlántica. Pensamos que una buena manera de conocer parte de su patrimonio y muchos de sus pueblos es haciendo la Ruta Románica, y le dedicaremos toda la tarde. ¡Pero esta mañana nos esperan en una mina! Lleva el nombre de Victòria, se llega a través de una carretera desde Bossòst, y se empezaron a extraer minerales en 1912. Mantuvo una frenética actividad hasta el estallido de la Guerra Civil, terminada la cual aún funcionó un tiempo. Desde el año 2004 está abierta al público, a través de una ruta a pie por sus galerías que se puede alargar hasta las tres horas de duración.
Al salir, y para saborear el paisaje natural exterior del Aran, os invitamos a ir hasta las fuentes del río Juèu, un surtidor de agua de gran fuerza que nos llega, por debajo tierra, desde el Forau de Aigualluts aragonés . Para llegar, hay que ir al pueblo de Es Bordes, seguir hacia el valle de la Artiga de Lin, y después de siete kilómetros de pista asfaltada encontraremos un aparcamiento. A 200 metros de este ya estaremos en las espectaculares fuentes. Recomendamos hacer la ruta circular que hay señalizada cruzando el puente. En menos de una hora la tendréis hecha: es llana y bien bonita.
Quizás el románico del Valle de Aran no es tan conocido como el del próximo Valle de Boí, pero las visitas a las diversas iglesias no os decepcionarán. Podemos empezar por la de San Andrés de Salardú, que guarda una talla de Cristo que se considera una obra maestra de la imaginería románica, para seguir por Santa Maria de Arties, declarada bien cultural de interés nacional; Sant Pere de Escunhau, con sorprendente portada; y Sant Miquel de Vielha, en el que reposa la imagen románica del Cristo de Mijaran. A Betren, Gausac, Casau o Les también encontraréis templos de gran interés, mientras que en Vilamòs os sorprenderá el conjunto de estelas funerarias de época romana empotradas en los muros de la iglesia románica. Entreteneos tanto como os apetezca en los diferentes pueblos, sus callejones, las casas de piedra, los paisajes que se pueden observar desde los puntos más elevados... Hasta que las piernas o el cansancio os pidan un descanso.
En transporte público: Hemos iniciado nuestra escapada cerca de Bellver de Cerdanya. En tren como mucho nos podemos aproximar hasta Puigcerdà (902 24 02 02 / www.renfe.es). La compañía Alsina Graells (902 42 22 42 / www.alsa.es) une Bellver con la capital de la Cerdanya y con otros municipios.En coche: La ruta más directa si se accede desde las comarcas de Barcelona es a través de la C-16, por el túnel del Cadí.