Conocido como La Truiteria (la tortillería), porque en los años 80 del siglo pasado sólo se servían tortillas, en la actualidad prepara cocina tradicional pero con toques modernos. No tiene carta, pero sí un menú extenso que se renueva a diario.
Menú diario: 12.20 € + IVA. Menú viernes noche y sábados: 15,20 € + IVA.
Sant Llàtzer, 16 (Figueres) T 972 50 37 65 www.loudor.com
Recorreremos la Costa Brava de sur a norte, y el primer municipio costero que recibe esta consideración es Blanes. Vale la pena detenerse. Después de pasear por sus calles, es más que recomendable la visita al Jardín Botánico Marimurtra, inaugurado hace 90 años y con más de 5.000 especies de árboles, plantas y flores de todo el mundo. El jardín, con unas vistas preciosas sobre el mar, ha sido declarado bien cultural de interés nacional por parte de la Generalitat.
Y ya que nos encontramos en la comarca de la Selva, llegaremos ahora hasta su capital, Santa Coloma de Farners, adentrándonos unos pocos kilómetros hacia el interior. Pero allí también estaremos en contacto con el agua, y bien saludable: la del centro lúdico termal Magma. Si es un poco tarde no os preocupéis, ya que este espacio está abierto hasta las 22 h de la noche entre semana, y hasta las 23 h los fines de semana (martes cerrado). Varias piscinas, camas de hidromasaje, termas romanas con cromoterapia, baño turco, sauna seca... ¡Saldréis como nuevos!
Hemos preparado para esta mañana la visita a dos museos. ¡Pero que nadie se asuste! Son dos museos muy diferentes y entretenidos, y que además disfrutarán grandes y pequeños. En Santa Cristina d'Aro se encuentra el llamado Museo de la Ilusión y la Curiosidad, también conocido como la Casa Mágica, que muestra una colección de aparatos de ilusionismo de diferentes épocas, carteles, autómatas o cartas de tarot, entre otras, recopiladas por el mago Xevi, impulsor de este espacio. Y todo ello en una bonita casa de mediados del siglo XIX.
Un poco más al norte, y de nuevo volviendo a tocar costa, en Palamós, entraremos en el Museo de la Pesca, ubicado en una gran nave en medio del puerto. Su exposición permanente muestra la biodiversidad del Mare Nostrum y la evolución de los sistemas de pesca, desde los más antiguos a los más sofisticados. El Espai Peix, en el que se realizan talleres de cocina y se pueden degustar algunos platos, y el Centro de Interpretación de la Pesca, donde se explica la subasta del pescado o el tipo de embarcaciones con que se captura, están próximos al museo y completan la interesante visita.
Parece que ya va siendo hora de hacernos a la mar. Veremos un excepcional fondo marino pero sin mojarnos ni un pelo. Para ello, iremos hasta el Estartit y desde allí tomaremos alguna de las embarcaciones que permiten cumplir esta aventura. Hay para elegir, con diferentes itinerarios y precios. Comprobaremos el porqué del gran valor ecológico y biológico de estos seis islotes y la magnífica variedad de especies, no sólo bajo el agua, sino también reposando en las rocas superiores de las islas Medes.
Y como en el Empordà se juntan el mar y la montaña, y como ahora en agosto el día aún es largo, os invitamos a terminar la jornada subiendo hasta el castillo del Montgrí. Hace rato que lo veis allí arriba, coronando la montaña redondeada. Para llegar, es necesario que os dirijáis hacia Torroella de Montgrí, y empecéis el trayecto siguiendo las indicaciones. A media subida encontraréis una cruz y desde la que se divisa la ermita de Santa Caterina. No iremos, pues hoy toca ir hasta el castillo que mandó construir el conde Jaime II, y que ya tenemos a tiro de piedra. Desde sus torres, el panorama es magnífico del Baix y Alt Empordà. Tras hacer las fotografías de rigor y de embelesarnos tanto como sea necesario, podemos volver a la población yendo por el camino del Cau del Duc, una cueva en la que se han encontrado restos del Paleolítico inferior. Una tartera, conocida como el Pedrigolet, divertida pero con la que hay que tener cuidado por aquello de los patinazos, nos acaba de llevar a la llanura.
Llegamos a Figueres, capital del Alt Empordà. Nos atrae una actividad singular y que recomendamos. La titulan La catedral del agua, y consiste en un recorrido comentado por el foso de la fortaleza de Sant Ferran sobre un vehículo todo terreno. ¡Toda una experiencia!, ya que también hay una parte que se hace con embarcaciones neumáticas. En total son dos horas por las entrañas de esta inmensa construcción militar del siglo XVIII.
Como nos queda todavía un buen rato de este último mañana por la Costa Brava, cambiamos de lugar, tomamos la carretera que va hasta Llançà, y entramos en el Museo de la Acuarela. Alrededor de 200 obras elaboradas con esta técnica se exponen en este espacio, la mitad de las cuales ya fueron dadas en el Ayuntamiento de Llançà por el pintor J. Martínez Lozano. Además de las piezas permanentes, este agosto se puede ver la exposición temporal 'Acuarelas del paisaje sensible', de Ramón Reig.
Ya que lo tenemos muy cerca, pensamos que no nos podemos perder uno de los conjuntos más emblemáticos y monumentales del románico catalán, el monasterio de Sant Pere de Rodes. De nuevo, no es sólo la piedra arquitectónica -con predominio del románico lombardo del siglo XI- la que deja al visitante boquiabierto, sino también el lugar, el paisaje. Situado en la sierra de Verdera, los que suben tienen ante una excelente panorámica sobre el golfo de Lleó y, a sus pies, el pueblo de Port de la Selva. El monasterio benedictino era punto esencial del Camino de Santiago en su trazado por el Principado. Se puede pedir visita guiada previamente.
Para las últimas horas en la Costa Brava, no os propondremos que entréis en ningún museo ni monasterio ni que os embarquéis. Simplemente, que os dejéis llevar por la belleza del Cap de Creus, mientras deambuláis sobre las rocas escarpadas y trabajadas milenio a milenio por el viento y el agua. Un paisaje único, un punto lunático, el de la cabeza más en el este de la Península Ibérica.
En tren: Renfe tiene estación en Blanes a través de la línea R1, mientras que la línea Barcelona-Portbou se detiene en poblaciones como Camallera, Sant Miquel de Fluvià, Vilamalla, Figueres, Vilajuïga, Llançà, Colera y Portbou. La alta velocidad llega a la estación de Figueres Vilafant procedente de Barcelona (902 24 02 02) (www.renfe.es).
En autobús: Sarfa (902 30 25 25) (www.sarfa.com) y Teisa tienen líneas que llegan a diferentes poblaciones de la Costa Brava.
En coche: La AP-7, que pasa junto a Figueres, y la N-II son las vías habituales para acercarse a la Costa Brava.