La cocina de mar y de montaña se combinan en este restaurante de larga tradición, con platos que mantienen las raíces y otros de vanguardia.
Menú diario: 12,50 €. Carta: 35 €. Abierto de martes a domingo.
C / de l'Església, 104 (Pineda de Mar) T 93 767 17 35 www.canformiga.com
Alargada, entre los 37 kilómetros de playa a un lado y los pinos y encinas de tres parques naturales a la otra, la bien comunicada y cercana a Barcelona comarca del Maresme es ideal para hacer una escapada de fin de semana, con una oferta lúdica y cultural variada y una gastronomía con productos de proximidad para chuparse los dedos.
Quizás empezar nuestra visita al Maresme yendo a un cementerio no parece muy atractivo. Pero el cementerio de Arenys -o mejor llamarlo Sinera, como lo bautizó Salvador Espriu invirtiendo el orden de las letras de la villa- no es un cementerio cualquiera. Declarado bien cultural de interés nacional, reposa sobre una colina con vistas al mar y a la geografía de Arenys. Impregnado todo de un blanco de arquitectura marinera, las esculturas de artistas modernistas como Josep Llimona o Venanci Vallmitjana, entre otros, convierten el espacio en un auténtico museo al aire libre. Salvador Espriu, poeta del que este año se conmemora el centenario del nacimiento y que popularizó la población, eligió descansar eternamente en este lugar.
Nos dirigimos ahora a la vecina Caldes d'Estrac, donde la amistad entre el poeta y dramaturgo Josep Palau i Fabre y el pintor Pablo Picasso dio el fruto del centro de arte Fundació Palau, inaugurado hace diez años. Las exposiciones permanentes que se pueden ver suponen un acercamiento a la Barcelona del primer tercio del siglo XX y a la creatividad del genial pintor malagueño, con un espacio dedicado también a autores como Miró, Clavé y Gargallo.
Si nos levantamos bien temprano podremos llegar sin sudar en exceso hasta el castillo de Burriac. Pertenece al término municipal de Cabrera de Mar, pero la redondeada torre de esta construcción forma parte de la silueta de todos los pueblos, villas y ciudades de los alrededores. Es una excursión sencilla y no muy larga si la iniciamos desde Cabrera, pero hay que llevar el calzado adecuado, sobre todo para afrontar los empinados y rocosos metros finales. El pequeño esfuerzo tiene recompensa: una fotografía sensacional de la comarca y de mucho más allá, además de tener los pies puestos sobre unos restos que incluso reaprovecharon una cisterna de época romana. Sin embargo, gran parte de las actuales paredes, así como también la torre, pertenece a los tiempos medievales.
En la carretera que une Dosrius con Canyamars encontramos dos actividades ideales para los niños, pero que también harán disfrutar a los adultos. En Rucs del Corredor podremos hacer una excursión a lomos de un burro. Y en el Bosc Vertical todo está preparado para comenzar una auténtica aventura entre los árboles, con puentes colgantes, tirolinas, lianas, redes e incluso tablas de snow que se deslizan por las alturas. Hay para elegir entre cuatro circuitos con diferentes niveles de dificultad. Tanto para los burros como para el Bosc Vertical es preferible hacer reserva previa.
Quizás después de tanta actividad va siendo hora de refrescarse. Y es que el mar nos está llamando hace rato. Lo hemos dicho al comienzo: kilómetros y kilómetros de playa, o sea que nos resulta muy difícil elegir. Las playas del Varadero y del Callao de Mataró, y la playa de Garbí de Calella, han obtenido este año el sello Q de calidad, que otorga el Instituto de Calidad Turística Española. Así que si queréis seguir los consejos de este organismo ya sabéis, pero no os arrepentiréis si eligis cualquier otra. Si sois de los que os molesta la ropa a la hora de bañaros, en el Maresme también encontraréis una variada oferta, y os recomendamos especialmente las playas nudistas que hay en Calella, Sant Pol y en Arenys de Mar.
Nosotros hemos decidido ir a remojarnos cerca de Canet de Mar, ya que, cuando el sol vaya de bajada, iremos a conocer el gran legado modernista que dejó en el municipio uno de los nombres imprescindibles de este movimiento, Lluís Montaner. Para no perder detalle, lo mejor es hacer la visita acompañándose de un guía; se puede solicitar llamando a la Casa Museo que lleva el nombre del arquitecto, 93 795 46 15.
Si habéis empezado esta escapada en el Maresme el viernes por la tarde, y por lo tanto hoy es domingo, no os perdais el mercado de Tordera. Más de 150 años de historia para uno de los mercados semanales de Catalunya que atrae más compradores, con dos kilómetros y 300 paradas por el casco antiguo de este municipio del norte de la comarca. Dejaos llevar por el ambiente y, si todavía tenéis la barriga vacía, os recomendamos hacer un desayuno de cuchillo y tenedor que, en días de mercado, preparan los restaurantes de la localidad.
Como nos queda algo de tiempo hasta la hora de comer, vamos a buscar el acueducto romano de Pineda. ¡Tal como lo oís! Quizás no tiene el renombre de otros acueductos del país, pero después de veinte siglos conserva orgulloso cuatro de sus arcadas. Lo encontraréis a la derecha de la carretera que va de Pineda a Hortsavinyà, a la altura de Can Cola.
Hemos dejado para los últimos momentos de este viaje la visita al centro de interpretación de una construcción tan marinera como es un faro. Y no un faro cualquiera, sino el Faro de Calella, inaugurado en 1859 y convertido en todo un símbolo de la villa. Su primer sistema óptico fue traído expresamente desde París e iluminaba hasta 18 millas mar adentro. Hoy llega hasta las 35 millas. Encontraréis todas estas informaciones y muchas otras en el centro (entrada 2 €).
El tiempo que nos queda antes de irnos del Maresme lo dedicaremos a dar un paseo por la capital, Mataró. Elegimos ver tres edificios que este año cumplen números redondos: la cárcel, obra de Elies Rogent, celebra los 150 años; la Nau Gaudí, uno de los primeros proyectos llevados a cabo por el genio de Reus (o Riudoms), alcanza los 130 años, convertida en Museo de Arte Contemporáneo gracias a la colección de Lluís Bassat; y el Rengle, mercado que fue transformado por Josep Puig i Cadafalch, celebra 120 años. Puig Cadafalch es otro nombre clave del Modernismo y tienen repartidas muchas otras obras por la capital del Maresme que seguro podremos visitar en otra ocasión.
En tren: La línea R1 tiene parada en prácticamente todos los municipios costeros de la comarca (902 24 02 02) (www.renfe.es).
En autobús: La empresa Casas (93 798 11 00) (www.sarfa.com) une Barcelona y Mataró y tiene también líneas entre varios pueblos. Barcelona Bus (902 13 00 14) (www.barcelonabus.es) llega a la capital del Maresme desde Granollers.
En coche: La C-32 y la N-II recorren de punta a punta el largo de la comarca, mientras que desde el interior la carretera más importante que acerca al viajero a la costa es la C-60 que une Granollers con Mataró.