1. Puente Medieval de Besalú
En esta villa de la comarca de la Garrotxa el patrimonio se encuentra por todas partes. El elemento más emblemático es el puente románico, magnífico y muy fotografiado. Invita a aquel que se acerca a Besalú a cruzar el río Fluvià antes de adentrarse en las antiguas calles de la población. Alzado entre los siglos XI y XII, bien sea por la fuerza de las aguas, bien por las guerras humanas, se ha tenido que reformar o reconstruir en diversas ocasiones. Es original su estructura angular, así como la torre fortificada en el punto medio de sus 105 metros de largo, y que era donde durante un tiempo se pagaba el peaje para acceder a la población.