Una de las cosas buenas que tiene Madrid, es que aunque sólo tengáis cuatro días libres para visitarla, da tiempo de volverse con la sensación de haber visto lo más importante. Para eso os vamos a echar una mano con esta selección de las 20 cosas que podéis hacer en Madrid en Semana Santa. A las torrijas y las procesiones se suman muchos otros planes para hacer con los amigos, la pareja o la familia en Madrid. Cuatro días de turismo diferente y diversión asegurada. Y si os quedáis con ganas de más, siempre podéis volver a visitar la ciudad en otra época.
La procesión más famosa de Madrid es la del cristo de Medinaceli, que tiene lugar el Viernes Santo y recorre las principales calles del centro de la ciudad desde la parroquia de Jesús de Medinaceli. Hay además otros pasos famosos que son sacados esto días como el de los Alabarderos, Jesús Nazareno 'el pobre' y la procesión del silencio. Seas religioso o no, merece la pena ver la emoción con la que los madrileños pasean a sus santos y cómo se engalanan las vías más céntricas de la capital.El típico postre de Semana Santa es todo un éxito en Madrid. No importa si te gustan con leche, con vino o solas, encontrarás de todos los tipos en los bares y restaurantes de la ciudad. Son famosas las que sirven en La Casa de las Torrijas, una de las tabernas más antiguas y castizas de Madrid. Situada junto a la Puerta del Sol, sirven torrijas todo el año, además de ser la típica bodega donde camareros que llevan décadas trabajando allí te sirven tapas y chatos de vino. Si prefieres un local más moderno y espacioso, en las pastelerías Mallorca encontrarás este típico postre también. Y además en Vait Pastelerías puedes probar sus torrijas premium con Baileys, vodka, ron y bourbon, entre otras.
Las calles de la capital esconden muchos secretos. ¿Sabes cuál es la iglesia más antigua de Madrid? ¿O dónde están enterrados los restos de Velázquez? Las paredes de las basílicas, los muros del Palacio Real, las estatuas que custodian la Plaza de Oriente, guardan leyendas urbanas que sorprenderán incluso al más escéptico. En Carpetania Tours organizan una ruta por el Madrid oculto para compartir también con los más pequeños, pero la mayoría de las agencias que organizan rutas por la ciudad tienen la suya propia.
Si ya tienes muy vistos los grandes museos de la ciudad, te recomendamos que regreses a ellos, esta vez para disfrutar de sus exposiciones temporales. Una de las más exitosas es la del 25 aniversario de Pixar, que tiene lugar en el CaixaForum y en la que descubrirás los secretos mejor guardados del estudio de animación. Los más clásicos disfrutarán con 'Cézanne site/non-site', una original retrospectiva del pintor francés organizada por el Museo Thyssen-Bornemisza, mientras que los amantes del arte contemporáneo tienen la oportunidad única de conocer la colección del Reina Sofía gracias a la visita comentada 'El artista en crisis'.
Los centros culturales de Madrid se llenan estos días de talleres, espectáculos y ciclos de magia para que los más pequeños aprovechen al máximo sus días de vacaciones. En La Escalera de Jacob hay obras de teatro infantil y magia para toda la familia el domingo. Además, si aprovechas toda la semana para acercarte a la capital, la Sala Cuarta Pared organiza un campamento urbano con actividades como caracterización de personajes, expresión plástica, visionado de películas, audiciones musicales y muchas otras.
Además de los clásicos coros y orquestas que tienen lugar en los auditorios e iglesias madrileñas por Semana Santa, estos días festivos son perfectos para asistir a un concierto. Los amantes del jazz tienen una cita obligada en el Café Central, uno de los bares de conciertos con más solera de la ciudad. Si prefieres la música independiente, el mítico Costello Club o la famosa sala Moby Dick son los mejores locales para escuchar a buenos grupos mientras disfrutas de una cerveza o una copa. También La Riviera es una parada obligada entre quienes disfrutan con un buen concierto.Madrid está llena de iglesias y catedrales con encanto que lucen ahora sus mejores galas. Más allá de La Almudena, la ciudad esconde pequeños y grandes templos llenos de belleza. Por ejemplo, la Basílica de San Francisco El Grande, en el barrio de La Latina, contiene una impresionante cúpula y ofrece unas vistas espectaculares del atardecer madrileño en el mirador adjunto a la iglesia. No os perdáis tampoco la de San Jerónimo El Real, un antiguo monasterio del que solo han quedado en pie la iglesia y un claustro, ni la de San Antonio de los Alemanes, cubierta desde las paredes hasta la cúpula con frescos llenos de detalles.
El tiempo revuelto de estos días no es un impedimento para aprovechar los últimos días de la temporada de esquí. Desde el Puerto de Navacerrada hasta la estación de Valdesquí, los esquís y tablas de snowboard tienen la oportunidad de deslizarse una vez más antes de volver al armario hasta el año que viene. Pero si la lluvia o el mal tiempo nos arruinan el plan, no pasa nada. En el centro comercial Xanadú se encuentra la pista de nieve cubierta Snowzone.
Los niños (y no tan niños) disfrutan especialmente de los días de vacaciones. Por eso es el mejor momento para tratar de que se lo pasen lo mejor posible y se diviertan todo lo posible antes de volver a la rutina del colegio y los deberes. El Parque de Atracciones de Madrid es una buena opción para que los más pequeños pasen el día entre norias y algodón de azúcar. El Parque Warner también ofrece una gran cantidad de atracciones inspiradas en las películas del estudio cinematográfico. Para los niños a los que les gustan los animales, saldrán encantados del Zoo Aquarium o Faunia, con animales tan exóticos como dragones de Komodo.
En una semana en la que las iglesias, basílicas y monasterios se llenan más de lo habitual, os proponemos visitar un templo diferente, el único de origen egipcio que se conserva íntegramente en España. El Templo de Debod se encuentra junto a la Plaza de España y fue un regalo de Egipto a nuestro país por la ayuda prestada para salvar los templos de Nubia, como el de Abu Simbel, en la construcción de la presa de Asuán. El mejor momento para contemplar este maravilloso monumento es sin duda al anochecer, cuando decenas de bombillas lo iluminan, confiriéndole un halo de encantador misterio.
La fiesta nunca para en Madrid, ya sea Semana Santa o un fin de semana cualquiera. Desde Malasaña hasta Chueca, pasando por Tribunal, Alonso Martínez y La Latina, los bares de copas abren hasta el amanecer ofreciendo suculentas ofertas a través de sus relaciones públicas que te asaltan cuando menos te lo esperan tratando de convencerte de que acudas a su local con chupitos gratis o descuentos en bebidas. En el Delirio bailarás al ritmo de Beyoncé, en El Perro de la Parte de Atrás del Coche disfrutarás de buena música rock y puedes acabar la noche en la sala Bar&Co. Si prefieres ir directamente a una discoteca, Kapital, Shoko o Shangai seguro que no te defraudan.
Madrid puede que sea una de las ciudades más caras de España, pero es posible disfrutar de sus encantos sin gastar ni un solo euro. Solo hay que planificar bien la visita y estar atentos a todas las ofertas que ofrece la ciudad. Por ejemplo, con la reapertura del Museo Arqueológico Nacional puede visitarse gratis hasta el próximo 20 de abril. Además, hay una gran cantidad de tours que son gratuitos, aunque aceptan un donativo al final de la visita, así como exposiciones gratis, como casi todas las de La Casa Encendida, y pases de películas sin ningún coste hasta completar aforo. Echa un vistazo también a las webs de los museos, porque puedes ahorrarte el precio de la entrada dependiendo a la hora a la que vayas. Así, puedes entrar gratis al Museo del Prado de lunes a sábado de 18 h a 20 h y domingos y festivos de 17.00 a 19.00 h y en el Reina Sofía, de lunes a viernes (el martes cierra) de 19 h a 21 h, los sábados desde las 14.30 h hasta las 21 h y los domingos desde las 10 h hasta las 19 h.
Visitar Madrid y no probar sus deliciosos bocadillos de calamares es un pecado. El más famoso es sin duda el que sirven en la cafetería El Brillante, situada enfrente de la estación de Atocha. Caliente, recién hecho, y con mayonesa o solo con limón, una vez que lo pruebes querrás repetir. Las callejuelas que rodean la Plaza Mayor también es una buena zona donde encontrar bocatas de calamares de toda la vida, como el que sirven en el bar Postas, en la Cervecería Plaza Mayor, en El Ideal o en La Campana. Prácticamente en cualquier bar madrileño que se precie te servirán un buen bocadillo, pero con los calamares jugosos y el pan del día cuesta cada vez más encontrarlos.
Seguramente sea uno de los parques más bonitos de Madrid y quizá también el más desconocido tanto para los turistas como para los propios madrileños. Su mayor atractivo son los centenares de almendros alineados que tiñen de blanco y rosa el paisaje. Su oloroso aroma te transportará a un remanso de paz en plena ciudad. Además, sus 21,5 hectáreas albergan otros árboles como olivos, pinos y eucaliptos, varias fuentes y albercas e incluso dos molinos que dan nombre a esta finca.
Hablar de chocolate con churros es hablar de San Ginés. Esta chocolatería, la más famosa de Madrid, se sitúa justo al lado de la Puerta del Sol en un pequeño y escondido callejón que le otorga aún más encanto. Con 120 años de historia, es tradicional pararse a tomar una taza de chocolate caliente con churros o porras antes de volver a casa tras una larga noche de fiesta. Cerca de esta tradicional cafetería, se encuentra la de Valor, con un chocolate que hace la boca agua solo con oler su aroma desde la calle.No importa lo que estés buscando, en Madrid seguro que encuentras una tienda que lo vende. Las calles del centro de la capital están llenas de establecimientos que venden desde guitarras artesanales y ropa de segunda mano hasta bicicletas vintage y productos ecológicos. Las grandes firmas de moda se asientan especialmente en la calle Serrano, la 'Milla de Oro' madrileña, mientras que el diseño más innovador e independiente tiene su sede en el Mercado de Fuencarral, en pleno barrio de Malasaña.
Tomarse un café con leche en la Plaza Mayor, como bien recomendaba la alcaldesa Ana Botella, es uno de los mayores placeres y también uno de los más caros. Por eso te aconsejamos que te alejes de esta emblemática plaza y recorras las calles menos concurridas de la capital, para poder degustar los cafés, tés y pasteles de mejor calidad y a mejor precio. Mama Framboise fue una de las primeras cafeterías con encanto que abrieron en Madrid, aunque no es la única. El Mur Café, Fonty y Panela&Co, entre muchos otros, te sorprenderán con sus abundantes desayunos y brunchs y su ambiente acogedor.
El Broadway español se encuentra en la Gran Vía de Madrid. El gran número de musicales que ocupan los teatros de una de las principales vías de la ciudad ha rebautizado a esta amplia calle. Los hay para todos los gustos y colores, desde 'Marta tiene un marcapasos', un repaso por las canciones de Hombres G que se representa en el Teatro Compac Gran Vía, hasta 'El Rey León', la historia de Disney que logra agotar las entradas en cada función que ofrecen en el Teatro Lope de Vega. Hoy no me puedo levantar o 'The Hole2' son otros imprescindibles en la escena de los musicales madrileños.
Antes de emprender el regreso a casa y sufrir el atasco de vuelta, disfruta del famoso Rastro de Madrid. Cada domingo decenas de puestos ambulantes de ropa vintage, bisutería, objetos de segunda mano y mucho más ocupan por completo la calle Ribera de Curtidores, en pleno barrio de Embajadores. Una oportunidad perfecta también para visitar las tiendas de muebles y antigüedades de los alrededores y comer el tradicional barquillo madrileño. Por cierto, no olvides tomarte algo en el cercano barrio de La Latina. ¡Hay decenas de bares para elegir!Para despedir oficialmente la Semana Santa, el Domingo de Resurrección tiene lugar una espectacular tamborrada en la Plaza Mayor. Centenares de cofrades se reúnen a mediodía para atronar al unísono con sus tambores, bombos, timbales, timbaletas y cornetas en una melodía que no deja indiferente ni a los madrileños que se acercan a contemplar el espectáculo ni a los despistados turistas que se sobresaltan con el primer golpe de baqueta.