cava

10 regalos originales de Cataluña

¿Visitáis estas tierras y no sabéis qué llevarles a los vuestros? Aquí van algunos consejos.

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Si sois de los que en cada escapada tenéis que comprar algún regalo, ya sea como recuerdo para vosotros o bien para personas que esperan vuestro regreso, en Cataluña lo tenéis fácil, porque hay un montón de objetos o de productos gastronómicos con tradición en estas tierras y que a buen seguro pueden ser detalles originales. Os proponemos diez.

1. Botella de vino o de cava

En Cataluña se elaboran vinos desde tiempos de los griegos y de los romanos, y son muchos los productores a lo largo y ancho del país. Hay un total de 11 Denominaciones de Origen (D.O.), y algunos de los vinos producidos gozan de gran prestigio en el mundo entero. Asimismo tiene gran fama el cava, un vino espumoso que también tiene su D.O. y se elabora sobretodo en la zona del Penedès. Hay otras bebidas de larga tradición en diferentes poblaciones catalanas y que también os recomendamos probar (¡con moderación!), como pueden ser el vermut, el moscatel, la mistela, la ratafía, los Aromas de Montserrat...

2. Porrón

Denominado porró en catalán, se trata de un recipiente normalmente de cristal que contiene un líquido, el más habitual el vino, y con una forma curiosa. El envase es abombado y tiene un pitorro largo acabado en punta y perforado, y un brazo más grueso, también perforado, por donde se introduce el líquido y que al tiempo sirve para agarrar el porrón. La gracia está en beber del porrón a través del pitorro largo, vertiendo el contenido directamente a la boca y sin pasar por copa ni vaso algunos, cosa que conlleva una cierta práctica. Hay que alzar la cara para beber y poner la boca en forma de "o", para no acabar con el rostro, y quizás con la ropa, manchados.

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3. Barretina

Muchos son los pueblos y los países que tienen un gorro tradicional, y Cataluña no es menos. Aunque hoy en día está en desuso, la barretina es reconocida por los catalanes como su gorro típico. Suele ser de lana y de color rojo, con una franja negra en la apertura, y antiguamente lo llevaban los hombres, especialmente en zonas rurales y de montaña, aunque tampoco era extraño en la costa. En bailes y danzas folclóricos o en las figuras del pesebre es habitual que esté presente, y algunos famosos personajes, como el pintor Salvador Dalí, le dieron un plus de internacionalización.

4. Carquiñoles u otros dulces

Si decíamos que Cataluña es tierra de vino, sin lugar a dudas también lo es de dulces. Muchísimas poblaciones tienen sus dulces tradicionales, pero quizás el más común a lo largo del territorio son los carquiñoles (carquinyolis o carquinyols en catalán), unas pastas secas elaboradas con harina, leche, azúcar, huevo y almendras enteras, de forma un poco alargada. Un regalo ideal porque pesan poco, se conservan durante tiempo, y lo único que hay que tener en cuenta es que la persona a la que se le ofrezcan ¡tenga una buena dentadura!

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5. Alpargatas de cintas

Llamadas espardenyes en catalán, son un calzado muy usado en diversas demostraciones tradicionales, desde los que bailan sardanas y otras danzas hasta los que actúan en los pasacalles y llevan a los gigantes, cabezudos u otros personajes. Muy ligeras y frescas, la suela más habitual es la de esparto, aunque hoy en día hay más variedad, y fue durante siglos el calzado más habitual entre la población.

6. Juego de madera de los 'castellers'

Las torres humanas, los castellers, son una tradición catalana espectacular y emocionante, y que está viviendo la época de oro de su historia, con más agrupaciones (colles) que nunca y con el logro de unas construcciones que hasta hace poco casi nadie imaginaba que se pudieran realizar. La popularidad que tiene esta actividad tradicional es tal que incluso han aparecido juegos de mesa que simulan una actuación de los castellers, y uno de los que ha tenido más éxito es el de El nan casteller, un juego de madera divertido e ideal para todas las edades.

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7. Figura festiva en papel maché

Si os acercáis a alguna Fiesta Mayor, en cualquier población o ciudad, podréis descubrir las llamadas figuras festivas y comprobar cómo de apreciadas son, sobre todo por los niños aunque también por sus padres. Gigantes, cabezudos, águilas, dragones y otros "personajes" –cada población tiene los suyos– salen a pasear y a bailar al ritmo de instrumentos y melodías a menudo tradicionales, mientras el gentío les acompaña o les espera a un lado para verlos pasar. No os podréis llevar un gigante o un cabezudo a casa, pero os será fácil encontrar una miniatura de ellos elaborados, por ejemplo, en papel maché.

8. 'Llonganissa' de Vic

La llonganissa (salchichón) es un embutido hecho con carnes magras de cerdo seleccionadas, sal y pimienta negra. Se elabora en diversos municipios catalanes, pero es en la comarca de Osona, de la cual Vic es capital, donde tiene su epicentro y cuenta con el sello de Indicación Geográfica Protegida. El clima del territorio le confiere un sabor exclusivo y peculiar. Riquísima, fácil de transportar y sin necesidad de conservar en frío, puede ser un regalo original e ideal (si el receptor no es vegetariano...). Otros productos parecidos, y también muy buenos, son el fuet y la secallona o somalla.

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9. Guitarra española

El objeto más difícil de llevar de la lista, pero si queréis un regalo de índole musical, una guitarra española es una buena elección para recordar el ritmo de la rumba catalana y también del flamenco, con mucho seguimiento en Cataluña. Las hay de precios muy variados, y otra opción es elegir una pequeñita, para niños que empiezan a tocar, o una de juguete.

10. Anchoas de la Escala

En un país bañado de norte a sur por las olas, no podía faltar en la lista de regalos alguna cosa relacionada con el mar. Y sin duda, entre las delicatessen marinas más apetecibles destacan las anchoas de la Escala, aromáticas y sabrosas y con un sabor persistente. La anchoa es el boquerón tratado, al que se ha realizado la salazón, con sal, hierbas aromáticas y especias. El proceso de maduración dura unos ocho meses, y después las anchoas se introducen en frascos de vidrio, que fácilmente podréis transportar.

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