Punta del Fangar, Delta de l'Ebre
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10 escapadas imprescindibles por Cataluña

¿Estáis pensando en hacer una escapada? Os proponemos 10 planes perfectos para huir de casa y disfrutar de Cataluña

María José Gómez
Escrito por: Xavier Amat
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Aunque seáis unos adictos a Barcelona hay muchos sitios para descubrir a solo 30 minutos de la ciudad. Incluso, aunque no tengáis coche, podéis hacer excursiones muy interesantes y divertidas en tren desde cualquiera de las estaciones de Ferrocarriles de la Generalitat. Playascuevas marinas, las opciones son casi infinitas para pasar un día o un fin de semana estupendo. Pero si queréis ampliar horizontes y descubrir sitios nuevos de Catalunya, aquí tenéis 10 escapadas brutales.


NO TE LO PIERDAS: Los pueblos más bonitos de Cataluña

1. Un día redondo en el Cap de Creus

Junto a Cadaqués, entre la tierra y el mar, encontramos el Cap de Creus, uno de los espacios más alucinantes de la Costa Brava. A pie o en coche –dependiendo del itinerario que elijáis– podéis recorrer el parque natural y descubrir las diferentes áreas de interés que se esconden detrás del paisaje rocoso transformado durante años por la tramontana.

Uno de los grandes atractivos del Cap de Creus, y que os dejará boquiabiertos, son sus maravillosas calas escondidas de la civilización. Allí no solo podréis remojaros en los días más calurosos, sino que descubriréis el espectacular fondo marino mediterráneo.

Dónde comer Restaurante El Barroco (Cadaqués)

Dónde dorrmir: El Far hotel (Llafranc)

2. Visitas con cata

Cataluña es tierra de vinos y de cavas; hay para todos y para todos los gustos. En la bodega de Ronadelles por ejemplo, desde 2002, hacen vinos biodinámicos con criterios de sostenibilidad y una marcada identidad propia. Situado en Cornudella de Montsant, Ronadelles dispone de diferentes viñedos que podéis visitar degustando sus productos. Y ya que estáis en zona no os olvidéis de pasar por Siurana: es sencillamente espectacular.

Dónde comer: Restaurante La Serra (Cornudella de Montsant) 

Dónde dorrmir: El Palauet del Priorat (Cornudella de Montsant) 

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3. El 'catric-catrac' del Tren Amarillo por la frontera

Es la línea de tren que sube más arriba de todo el Estado francés, y la que cruza por algunos de los parajes más bonitos. ¡Y la tenemos al lado de casa! A pocos kilómetros de Puigcerdà, en la Tor de Querol, el Tren Amarillo tiene la estación de inicio (o final) de recorrido, y –os lo recomendamos de todas todas– si el tiempo lo permite, instalaros en uno de los vagones descubiertos que hay.

El viaje es un placer, atravesando un montón de túneles y de vertiginosos viaductos, pero también lo es visitar algunas de las poblaciones del camino, como Font Romeu, Montlluís y, sobre todo, Villafranca de Conflent, detrás de la estación del Tren amarillo. Villafranca tiene atractivos para pasar un día entero: están las Canaletas, unas magníficas cuevas llenas de estalactitas y estalagmitas y galerías espectaculares; hay también el fuerte Liberia, una fortificación que domina toda la villa y a la que está unida por 734 escalones en la montaña, y el núcleo de Vilafranca, amurallado.

Dónde comer: La Formatgeria de Llívia. Pla de Ro, s/n (Gorguja, Llívia).

Dónde dormir:
Hotel Puigcerdà. Av. de Catalunya, 42 (Puigcerdà)

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4. Refugio en las alturas por el Pirineo

No descubrimos nada nuevo si os decimos que están de moda las travesías de montaña, ya sea haciéndolas tranquilamente o bien forzando la máquina e intentando batir registros personales. Pero más allá de las modas, hay itinerarios que hace años que se han convertido en clásicos, y quizá este verano tenéis el tiempo (y las fuerzas) que a veces no se tienen durante el transcurso del año y os atrevéis a emprender la aventura.

Uno de los grandes clásicos tiene nombre de película: 'Carros de fuego'. Transcurre por el bellísimo Parque Nacional de Aigüestortes y el Lago de Sant Maurici, cubre 55 kilómetros y tiene un desnivel acumulado de 9.200 metros. Otro dato que se da siempre: pasa por nueve refugios, todos ellos situados por encima de los 1.900 metros respecto del nivel del mar. Planificad bien la ruta –os recomendamos, si vuestro objetivo no es conseguir registros, hacerla con toda la tranquilidad e invertir entre cinco y nueve días–, tomad un mapa, buen calzado, reservad noche en los refugios ... y comenzad a caminar para sorprenderos con los paisajes pirenaicos.

Dónde comer: Era Lucana. Av. de Calbetó Barra,10 (Vielha)

Dónde dormir: Hotel Pessets. Diputació, 3 (Sort)

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5. Piedras reales, pantocrator virtual en Taüll

Visitar el valle de Boí es sinónimo de disfrutar de manera sublime tanto de la cultura como de la naturaleza. Qué parajes, y qué iglesias románicas más encantadoras que sobresalen en los pueblos del valle! En Taüll no se estuvieron para tonterías y hay dos, y además seguramente las más conocidas y retratadas: San Climent y Santa Maria de Taüll. Subid a lo alto del esbelto campanario de San Climent, y contemplad también el famoso pantocrator de su ábside, desde hace poco tiempo proyectado en la pared (el original se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en el Palau Nacional de Montjuïc).

Yendo de iglesia en iglesia entenderéis por qué el conjunto está declarado patrimonio de la humanidad, y descubriréis pequeños grandes tesoros en cada una de ellas, tanto fuera como dentro. Barruera, Cardet, Cóll, Durro, Erill la Vall ... todos son pueblos parados en el tiempo, llenos de encanto, entre montañas altísimas que también podemos ir a conocer haciendo alguna de las infinitas excursiones que os invita a hacer este paraje.

Dónde comer: Hostal La Plaça. Erill la Vall.

Dónde dormir: Hotel Manantial.  Afores, s/n

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6. El paraíso bajo el agua en les Illes Medes

Qué idea más brillante tuvo el que se inventó poner grandes ventanas en una cabina sumergida de las embarcaciones y así poder observar el fondo marino sin mojarse. Las islas Medes, siete islotes frente al Estartit, en la Costa Brava, son de una inmensa riqueza biológica y geológica ya por encima del agua, pero aún más por debajo. Y del Estartit zarpan barcos que, además de llevarnos a descubrir algunos de los acantilados y calas cercanas más espectaculares, también nos permiten observar este extraordinario fondo marino, con miles de peces de colores.

Aunque si sois un poco más atrevidos y este verano os apetece descubrir por qué hay tantos aficionados al submarinismo, este lugar lógicamente es sensacional para estrenarse. Encontraréis numerosas empresas que organizan el llamado bautismo de buceo. Basta con saber nadar.

Dónde comer: El Xalet. Ctra. de la Costa Brava, s/n. Colomers

Dónde dormir: Palau lo Mirador. Pg. de l'Església, 1. Torroella de Montgrí.

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7. Mirad las estrellas del Bages

En la bóveda celeste de Castelltallat, en el Bages, si las nubes no lo impiden, observaréis estrellas, nebulosas, planetas y satélites. Un espectáculo magnífico en un lugar alejado de la contaminación lumínica. En el Observatorio Astronómico de Castelltallat organizan el bautizo de cielo, con reserva previa y para grupos de al menos diez personas. Incluye, además de la observación a través de telescopios, una visita guiada a la exposición que hay en el centro, una charla introductoria con apoyo visual y una explicación de las constelaciones y los astros.

Como se deberá esperar que se ponga el sol para hacer esta actividad, durante el día se puede aprovechar para ir a visitar el castillo de Cardona. Y también las minas de sal de esta población, muy cerca de Castelltallat.

Dónde comer: Cal Jaume. Sant Esteve, 38 (Marganell)

Dónde dormir: Hotel Món Sant Benet. Camí de Sant Benet, S/N, 08272 Sant Fruitós de Bages, Barcelona

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8. Terres de l'Ebre: ¿en qué mar me baño?

De los cientos de playas que tiene el país, encontraréis una que no se parece a ninguna otra. Es la playa salvaje del Trabucador, también llamada playa del Aluet, o, como muchos la conocen por las latitudes ebrencas, la playa de los Dos Mares. ¿En qué radica su singularidad? Si buscáis un mapa del delta del Ebro, enseguida lo entenderéis: esta playa es la estrecha franja que une el Delta con la península de la punta de la Banya.

Tiene seis kilómetros de largo y una anchura media de cien metros. Remojando un lado queda el Mediterráneo abierto y, al otro, las aguas de la tranquila bahía de los Alfacs. Si a todo ello le sumamos que es fácil observar aves de todo tipo, este día de playa sin duda os resultará diferente de cualquier otro. Completad el viaje con alguna de las muchas excursiones a pie o en bicicleta que se pueden hacer por el delta del Ebro y también con la visita a Món Natura, un espacio que permite conocer las salinas, la pesca tradicional y los pájaros que viven o pasan por el Parque Natural.

Dónde comer: La Gramola. Estrella, 12 (Amposta)

Dónde dormir:
Hotel Rull. Av. Esportiva, 155 (Deltebre)

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9. Las entrañas del Vallespir

Reservaros cerca de dos horas para adentraros en la Garganta de la Fou, en la comarca del Vallespir, ¡dicen que es el desfiladero más estrecho del mundo! Una pasarela a lo largo de todo el recorrido os permitirá hacer sin complicaciones el trayecto, mientras las rocas a ambos lados parece que os quieran impedir el paso (hay puntos en que la apertura es de tan sólo un metro). Bajo los pies, el río de la Fou, responsable de la brecha de la montaña, hace aún más bucólica la caminata y el ruido del agua se convierte en la banda sonora de esta excursión.

Al salir de las entrañas del Vallespir, podéis dar una vuelta por el pueblo de Montferrer. Tampoco os perdáis la visita a la abadía de Santa María de Arles, con un sarcófago del siglo IV de donde brota agua de manera ininterrumpida.

Dónde comer: Restaurant Combes. Av.del Vallespir, 20. (Els Banys d'Arles)

Dónde dormir: Hotel des Arcades. Pl. de Picasso, 1. (Ceret)

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10. Sed de pozas por el Ripollès

¿Buscáis una ruta que permita a toda la familia disfrutar de la naturaleza de montaña? Lo que estáis buscando se llama Ruta dels 7 Gorg, y está cerca de Campdevànol (Ripollès). Creednos si os decimos que veréis unos parajes preciosos, con unas aguas de cristal en las que desearéis sumergiros sí o sí. Es una ruta circular, o sea que si vuestra intención es completarla, lo mejor es que cojáis comida, bebida, toalla y protección solar, y la vayáis haciendo a lo largo de todo un día, reposando junto a las preciosas pozas.

Para encontrar el punto de inicio, hay que coger la carretera de Campdevànol en dirección a Gombrèn (Gi-401) y, justo pasado el Camping Pirenaico, encontraréis el parking de la Fuente de Querol. No sabemos con cuál de las siete pozas quedarnos, pero sí podemos deciros que a la primera, la de la Cabaña, tardaréis un poco en llegar, cerca de una hora, pero después entre poza y poza no hay más de diez minutos. Si hacéis el recorrido entero, contar unas 3 horas, sin las paradas. Debéis saber, sin embargo, que como el paraje es tan bonito atrae a muchísimas personas. Si deseáis un poco de tranquilidad tendréis que evitar los fines de semana y los períodos de vacaciones o ir a primera hora de la mañana. Y antes de ir, aseguraos si la ruta está abierta al público y en qué condiciones.

Dónde comer: Fonda Xesc. Pl. del Roser, 1 (Gombrèn)

Dónde dormir: Càmping Pirinenc. Gi-401, km. 2,7 (Campdevànol)

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