Unas zapatillas mojadas que tardan en secarse, que ocupan demasiado sitio y que, además, no permiten sacarte la etiqueta de mochilero. Un viaje por el sudeste asiático le abrió los ojos al barcelonés Alberto Espinós, que cofundó Tropicfeel gracias a una campaña de Kickstarter que en el 2018 batió todos sus récords.
Cinco años después, sus zapatillas todoterreno solo representan el 50% de un negocio online que este año tiene previsto facturar 22 millones de euros. La otra mitad del negocio también tiene alma aventurera: hablamos de mochilas versátiles y chaquetas técnicas formadas por varias piezas independientes combinables entre sí. La buena noticia es que, hasta finales de abril, todo esto está a la venta en la pop-up que acaban de inaugurar en Portaferrissa, donde también tienen camisetas y gorras.
"Si funciona, abriremos tienda permanente en Barcelona", confiesa Espinós, encantado con la buena acogida de este primer experimento desvirtualizador de Tropicfeel. Y es que más allá del exotismo de su nombre, esta marca vegana es también un must para urbanitas pragmáticos a la hora de calzarse y de protegerse de la lluvia, el viento y el frío de la ciudad.