El escaparate de Papirum es como un gabinete de curiosidades. Vitrina abigarrada, con desorden planificado, cuarto de maravillas para los amantes del papel y la escritura. Un establecimiento arraigado al pasado glorioso de Barcelona, ciudad de libreros e impresores. El rótulo de la Antigua Casa Rubió (fachada Dagueria) liga Papirum a un impresor y librero de comienzo del siglo XIX, Josep Rubió i Lluch, origen de una estirpe de intelectuales y profesionales del libro y la edición. Maria Dolors Crespo y su hijo Flavio, continuador del negocio, viven el espíritu de un oficio que ama el papel. Maria Dolors, en 1981, dio la vuelta las clásicas guardas del libro antiguo llevándolas al exterior haciendo a mano este papel (marmoleado, jaspeado, de aguas), y vistiendo libretas y complementos de escritorio.
Papirum es sinónimo de estilográficas y libretas de escritura. Forradas con piel, de estilo rústico, victoriano o medieval, con papel artesanal, son para hacer diana con letras. En blanco, como el papiro más antiguo (unos 3000 años aC) encontrado hasta ahora.