1. Maria Eugènia Colomer
Maria Eugènia Colomer lleva 35 años de barbera en la pequeña peluquería de hombres en Poblenou que era de su abuelo, pero ya venía de otra. Al principio, quería ser peluquera de señoras, pero el destino la llevó a una barbería, donde se formó a la par que aprendía también de su abuelo, que estuvo en activo hasta los 80 años. Fue cuando decidió seguir el negocio familiar, que lleva en solitario desde entonces. “Cuando empecé, los clientes se sorprendían cuando se encontraban con una chica barbera”, explica. Era un momento en el que las peluquerías unisex estaban de moda. Ahora han vuelto las barberías.
Barberia Colomer. Pere IV, 91.