En la mitología griega hay un castigo recurrente que obliga al enemigo a medir grandes distancias con hilos que sirven para salir de los laberintos. En la vida real, pocas cosas hay tan útiles, lúdicas y, muchas veces imprescindibles, como las cuerdas.
Hilados Donado es una tienda de la Barceloneta, un paraíso de hilos, cuerdas y redes a punto de cumplir 80 años. El espacio no es demasiado diferente de cuando Jesús Donado, de Valdepeñas, la montó pensando en una clientela naval y de pescadores de oficio. La oferta no se limita al mundo profesional ya que el deporte (montañismo, puenting, vela...), el mundo del espectáculo y la decoración usan cuerdas. De varios tipos de polímeros y de fibras naturales –jute, lino, sisal, cáñamo o abacà–, se venden a metros, a peso o en rollos. Desde el material técnico y sofisticado hasta la humilde cuerda de persiana. Popular es, también, la cortina de red de algodón propia de los pueblos marineros. Para las manualidades (alfombras, brazaletes, llaveros), se encuentra un buen surtido de hilos.
Antoni Donado continúa el negocio familiar y confirma que hay fabricación en toda la costa de Levante; también en Cataluña donde los corderos tenían fama. Pienad que Hemingway cita el "el buen cordel catalán" en la novela 'El viejo y el mar'. Hay que hacer un buen nudo en la agenda y visitar Hilados Donado.