El Mistral ya existía y hacia buen pan cuando a toda la pandilla que ahora recuperan viejas recetas les daba igual la masa madre y la harina de espelta. Y sus artífices trabajaban y esperaban que la masa creciera antes de meterla en el horno en horas en que la mayoría estaban de marcha o dormían para ir al día siguiente a la escuela. Las cosas claras. Su mérito no es solo hacer uno de los mejores panes del país (pan de verdad, en definitiva) sino haberse mantenido serios e íntegros en aquel momento de inflexión en el cual el profesional podía decidir entre continuar haciendo las cosas de forma seria o pasarse al lado oscuro del pan industrial, como tantos otros. Son especialistas en ensaimadas y cruasanes. Aparte de comprar sus productos, de fama contrastada, en la calle de Torres i Amat, 7 encontrarás una cafetería para degustar 'in situ' todas sus pastas: mini cruasanes, cocas de pan y surtido salado, entre otras. ¡Ñam!
Time Out dice
Detalles
Discover Time Out original video