Viajar por todo el mundo comprando flores al por mayor. Esta fue el trabajo de Joan Xapellí durante muchos años. Suficientes para conocer la materia prima mejor que nadie. Suficientes como para vislumbrar otro modelo de negocio, donde las flores y las plantas dialogaran con el arte. Quiso compartir el proyecto con Fátima Valldeperas y Marta Vidal. El equipo ideal.
Las creaciones de Bornay son oníricas, exquisitas y muy eclécticas. Un ramo puede evocar un cuadro de Matisse. Y un centro floral, inspirarse en una antigua película de ciencia ficción. A partir de ahora sus originales creaciones se venden al por menor en este histórico espacio, que con el paso del tiempo se irá cubriendo de vegetación exuberante hasta convertirse -y por qué no- en la floristería más bonita del mundo.
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