San José es un patrón transversal, protector de los trabajadores en un sentido amplio. Fundada en 1919 por Luis y Margarita Casals, la Estamperia de San José tenía una imprenta en la trastienda donde hacían las estampas. Hasta el siglo XIX era habitual verlas colgadas en las paredes de las casas, hasta que se convirtieron en un artículo de devoción particular. Las había mudas, conmemorativas, biográficas, con oración, con medalla. Se llevaban dentro de los misales, se vendían en las puertas de las iglesias o bien las regalaban los religiosos. Pero el concilio Vaticano II, en los años 60, minimizó las manifestaciones del santoral. La Estamperia de San José se diversificó: iconos, retablos y trípticos en madera policromada; objetos de orfebrería y vestuario religioso, pintura y escultura. También se especializa en figuras de pesebre e imágenes de santos, una especie de recambio de las estampas. Además de las estatuas del niño Jesús de estética barroca, son populares las figuras de los santos patrones: San Pancracio, a quien se pide dinero, trabajo o un cambio de fortuna; Santa Rita y San Judas Tadeo, abogados de los imposibles, y Santiago, invocado por los casos perdidos, son protectores con futuro. El salto a la red ha sido el cambio más importante del negocio de la familia Casals, con una de las ofertas internacionales más amplias del sector. Del catálogo destaca un colgante de plata para hacer un llamamiento al ángel de la guarda y las vírgenes dolorosas para vestir. Con cara atormentada y cuerpo aséptico, estas vírgenes demuestran que vestir santos también tiene una función artística.
Time Out dice
Detalles
Discover Time Out original video