¿Es malo que el barcelonés se sienta expulsado del centro histórico? Es horroroso, pero una sana dosis de cinismo optimista me permite pasear por el Gótico con el complacencia de quien visita Brujas (mientras el subconsciente toma notas mentales de lugares aptos para los aborígenes). Y he aquí uno nuevo que es el más viejo: la librería Quera -la librería más antigua de Barcelona que mantiene el emplazamiento original- ha inaugurado un restaurante, el espacio Quera. Según explica Raimon Quera, su bisabuelo la abrió en 1916 como librería de teatro.
La mutilación de la Guerra Civil les hizo reconvertirse en lo que hoy todavía son: una librería especializada en excursionismo y viajes (en la noche del franquismo importaban libros de Francia y México, porque el escoltismo estaba prohibido). Hoy, la Quera ha abierto un bar porque "hay que sobrevivir y era muy difícil mantener una librería sólo con montaña y excursionismo".
El espacio es precioso: una sala interior -empaperada con originales de la revista satírica '¡Cu-cut'!– con los muros de adobe del siglo XIX y el suelo original. "El comedor de la familia pasó a ser el almacén, y ahora vuelve a ser un comedor. Y la cocina del restaurante es donde estaba la cocina de la casa ", explica. Gestiona el restaurante Cristina Martínez, que destaca que "este es un lugar que funciona todos los días de 10 a 22 h y es muy versátil". En el Quera tanto te puedes atizar un desayuno de arriero, con bocadillos planchados de pan de coca y tablas de embutidos y quesos, como comer en ella ligero y bien (tortillas hechas al momento: de patatas, de alcachofa, de calabacín) y ensaladas que no son un trámite y apetecen (como la de escarola, tocino, setas y granada).
O cenar potente, con un apartado de platillo catalán a cargo del cocinero Carlos Moreno: canelones, pollo con ciruelas y piñones, y albóndigas, para chuparse los dedos. La sensación de salir de Petritxol y sumergirse en un cuarto de intimidad gótica. Visitadlo: el inmueble es de la familia y los alquileres abusivos no lo estrangularan.