Cuando pasas por delante puede parecer una galería de arte por el efecto caja blanca. Pero no os quedéis con la primera impresión. Efectos de Escritorio es una bella intersección, una carambola a tres bandas donde juegan el canadiense Alfredo López, la argentina Carolina Iriarte y la chilena Carolina Spencer. En Barcelona, donde viven desde hace años, han crecido profesionalmente: el primero con muebles de diseño de una hipnótica sensualidad orgánica, la segunda con bolsas de piel hechas a mano que beben de la estética retro y la tercera con enigmáticas piezas de cerámica que ahora rezuman color.
Encontraréis los muebles de Owl, las bolsas de Iriarte Iriarte y las cerámicas de Matagalan
“Este proyecto es un reto para los tres, que además somos amigos. Queríamos un espacio en el que mostrar nuestra personalidad, pero donde cada uno pudiera marcar su estilo”, explica Spencer, que también es una experimentada artista floral. En Efectos de Escritorio se nota el cuidado por el detalle y la exigencia de sus propietarios, empeñados en crear la atmósfera ideal para hacer convivir los ingeniosos sofás de Owl, las minimalistas carteras de Iriarte Iriarte y los explosivos jarrones de Matagalan. "Es el escaparate de nuestro trabajo", dice. Y también es amor a simple vista.