Diseño made in Cataluña

Funiculí es una lámpara diseñada en 1979 por Lluís Porqueras, uno de los primeros diseñadores industriales de nuestro país. Más de treinta años después, Funiculí sigue siendo actual. Su doble pinza permite cambiar la altura de la pantalla, hasta una rotación de 360º para que puedas dirigir la luz hacia donde más le guste.

El diseñador industrial vasco Martín Azúa, instalado en Barcelona, ha sido encargado de diseñar el nuevo envase de Sant Aniol, una botella que evoca las rocas y el origen volcánico del agua originaria del Parque Natural de la Garrotxa. En la superficie de la botella se pueden ver las huellas de las piedras volcánicas del manantial, como el agua que surge de su interior.

La silla Barcelona es una obra clásica del diseño de mobiliario moderno del siglo XX, creada por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe para el pabellón alemán en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Esta pieza, ya atemporal, tiene unas proporciones armoniosas y la forma elegante en forma de V lo ha convertido casi en un objeto escultural, silla curulis, un tipo de silla usada por los magistrados romanos.

André Ricard diseñó este cenicero en 1966, era apilable y cilíndrico, para poderlo coger con una mano, que inicialmente se vendía en los quioscos. Ahora, este objeto producido por Mobles 114 forma parte de la lista de objetos históricos de diseño catalán.

A Aldanondo y Fernández Arquitectos la crisis les dio la coartada perfecta para reinventarse y hoy hacen zapatos de lujo a medida. Combinan las técnicas de toda la vida con otras más vanguardistas. Trabajan con los materiales tradicionales y más naturales: la piel, el corcho... Pero una de sus aficiones es investigar con todo tipo de materiales, algunos de ellos provenientes del mundo de la arquitectura, como el foam. Nunca es tarde para volver a empezar.

Este producto es la estrella de la firma catalana Lékué. Lo diseñó Luki Huber, profesor de producto en la escuela Eina y habitual colaborador de Ferran Adrià. Sólo en Barcelona se venden mil unidades cada semana, y en todo el mundo ya se han vendido más de medio millón. Está hecho con la misma silicona que se utiliza para el uso médico y para las tetinas de los biberones infantiles, y permite cocinar al vapor manteniendo el sabor y los nutrientes de los alimentos. Es el sustituto ideal para el papel de aluminio.

Antes de lanzaros a consistar el asfalto, debeis tener la bici en buenas condiciones. Si buscas una bicicleta especialmente diseñada para arquitectos y para ciclistas exigentes, estáis donde toca. Las Castro Bikes son elegantes, ligeras y fáciles de almacenar. A partir de 820 euros.