Çukor

Tres autómatas no apartan la vista de un caramelo que tiene más de fruta confitada que de golosina industrial. El visitante también queda atrapado cuando entra en Çukor (Verdi, 58), la academia del dulce dirigida por artesanos del azúcar y el chocolate. El húngaro Peter Nagi y el francés Manuel Abraham –falta el tercer socio, Jabier Poveda– argumentan que su producto de colores y formas sugerentes se acerca más a la alimentación saludable que al universo de de las chucherías. Lo corroboramos cuando nos metemos en la boca un dado de pasta de fruta, seguido de un trozo de 'nonakawa', que es jengibre confitado con miel. En Çukor se han especializado en recetas populares de todo el mundo y, sin utilizar ni harina ni huevo, hacen bala de coco brasileña, 'pismaniye'turco, una antigua receta de regaliz holandesa y el 'berlingot'de Dinamarca. El espacio es de un interiorismo exquisito e invita a repetir la visita para comprar golosinas o aprender a hacerlas siguiendo las instrucciones de estos maestros del dulce.