De hecho, cuando la legislación europea autorizó la comercialización de insectos en el año 2015, Xavi tenía claro que, cuando la ley llegara a España, su tienda volvería a ser un referente en la venta de insectos en el Estado. A partir de 2015, pues, numerosos países de la UE, como Francia, Italia o Alemania, comenzaron a reformar su legislación para autorizar la venta y comercialización de insectos, una reforma que llegó al Estado el pasado 1 de enero.
Ese mismo día, de hecho, Xavi ya lo tenía todo preparado para volver a ponerse al frente de la tienda, que finalmente abrió con un buen surtido de fauna. "Nosotros vendemos insectos disecados, que no es lo mismo que disponer de género fresco, por lo que dependemos de proveedores y es más complicado controlar las existencias", explica. ¿De qué hablamos cuando hablamos de 'género'? "Lo que más sale son gusanos y grillos de sabores, desde queso hasta barbacoa o chile, son lo que más se parece a un snack y no hacen tanto miedo".
Los probamos y, efectivamente, son crujientes y con un agradable gustito de queso, perfectas para tomar un cóctel o unas birras, aunque también funcionan en diferentes recetas. "El otro día me hice una ensalada, y en vez de piñones utilicé unos grillos con sabor a vinagre", explica Xavi, deseoso de ver cómo los chefs de Barcelona incorporan los insectos al recetario catalán y mediterráneo.
¿Por qué deberíamos introducir un producto en principio tan alejado de nuestra cultura y nuestro imaginario gastronómico en nuestra dieta? ¿Tendencia o responsabilidad? Xavi lo ve como una forma de ampliar nuestra cultura gastronómica, incorporar nuevos sabores y texturas y reencontrarnos también con gustos conocidos. ¿Sabéis que las hormigas tienen un sabor cítrico extraordinario?
Y también de acercarse a la gastronomía -y con ella, a la idiosincrasia- de otros rincones del mundo. Pero son muchas las voces que apuntan a que a medio plazo su popularización puede ser la solución de numerosos problemas alimentarios a escala planetaria. En este sentido, el Nordic Food Lab, un prestigioso laboratorio gastronómico de I + D ubicado en Copenhague, dirigido por el chef Rene Redzepi (Noma, mejor restaurante del mundo en 2010), lleva años investigando con insectos para dar solución a un problema que, a estas alturas, requiere ya una respuesta urgente: la necesidad de proteínas. "En un mundo donde es obvio que no hay carne para todos, los insectos son una fuente de proteína relativamente sencilla de producir", explica el responsable de esta área, Roberto Flora.
Sea como sea, hay un interés creciente en estos productos por parte de un consumidor cada vez más intrépido. "Los hits son la tarántula y el escorpión. Deshaced chocolate negro y sumergidlos", recomienda el buscador de setas insectívoro. "Un escándalo".