Teatre Lliure de Gràcia
Foto: Teatre Lliure

Teatre Lliure: Gràcia

  • Teatro | Clásico
  • Vila de Gràcia
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Time Out dice

 La voluntad del Teatre Lliue es convertir el teatro en un servicio público, un arte al que toda la ciudadanía tiene derecho a acceder.

La sede de Gràcia abrió en diciembre de 1976, cuando un grupo de actores, directores y técnicos alquilaron a una cooperativa de consumo (La Lleialtat), este local, ahora renovado, del barrio de Gràcia.

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Detalles

Dirección
Montseny, 47
Gràcia
Barcelona
08012
Transporte
Fontana (M: L3)
Precio
Precio taquilla: tarifa a, 28 € / tarifa b, 30,25 € / tarifa c, 13,45 € Con descuento: tarifa a, 23,55 € / tarifa b, 25,75 € MC (día del espectador): tarifa a, 19,05 € / tarifa b, 21,30 €
Horas de apertura
Varias sesiones y horarios

Qué ocurre

Caramel

4 de 5 estrellas
Les Impuxibles (Clara Peya y Ariadna Peya) no hacen teatro para lamerse las heridas, ni para perderse en cuestiones estéticas. Hace dos años, en el TNC, se enfrentaron al suicidio en 'Harakiri', un espectáculo que no acababa de lograr por muchos motivos. Ahora, en el  Lliure, acometen el reto de hablar sobre las adicciones, con un formato similar, a través de testigos y movimiento, con Clara Peya al piano, pero con resultados radicalmente diferentes. No sé si es la luz, la acción de los intérpretes, la puesta en escena... 'Caramel' es una experiencia visual y sonora de primer orden. De entrada, Clara Peya, antes de encaramarse a su piano de cola, nos pregunta cuáles son nuestras drogas, qué nos tiene enganchados, cuáles son las sustancias prohibidas de la época en la que hemos caído. El público queda mudo, a la espera. Y en lo que podría ser un bar, van entrando los diferentes intérpretes: dos actores (Joan Solé y Sandra Pujol) y cuatro bailarines (Mabel Olea, Yasser D'Oquendo, Helena Gispert y Pol Guimerà). Todos piden otra. Tienen historias que contar. "Lo que vemos y sentimos llega a erizarnos la piel" Y lo harán a través de la palabra y una coreografía diseñada por Ariadna Peya que es como una ola, que se nos irá llevando mientras se despliega. Pide calidad técnica y fisicidad, que Solé y Pujol siguen con un brillante dominio del cuerpo. La música de Clara Peya también expresará cosas, con el grueso habitual y la finura de unas melodías que no solo acompañan la escena, si
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